Tiene son jarocho raíces africanas

AutorSergio Raúl López

El son jarocho tiene una influencia africana directa que no pasa por el Caribe, sostiene Gilberto Gutiérrez, director y fundador del grupo Mono Blanco. Una influencia, explica, que no es afrocaribeña como el danzón o el son montuno, lo que cambia la percepción que se tenía de la música popular mexicana.

Gutiérrez refiere que comenzó a descubrir estas influencias tras un viaje a Inglaterra, donde encontró una música "que parecía son jarocho", el mismo género que interpreta Mono Blanco. Era Cheb Khaled, músico de Mali que tocaba la cora y luego grabó un disco con el grupo español Ketama.

Después consiguió más grabaciones de música africana, como la del cantante senegalés Baba Maal. "Era evidente que no era música lejana a la nuestra y que nosotros podríamos estar tocando con ellos también".

Unos años después, en el curso de una residencia artística en la bahía de San Francisco, conoció a otros músicos africanos, especialmente a Babou, un senegalés que tocaba el djembé. "En nuestro primer encuentro, yo empecé a zapatear y él a tocar el tambor, y descubrimos que en términos de percusión hablábamos un mismo lenguaje". Este descubrimiento se plasmó en el disco El mundo se va a acabar, donde participan músicos tradicionales de todo el mundo.

Africa en Veracruz

Aunque las culturas del antiguo reino de Mali pudieran parecer lejanas, su música es parte integral de la raíz sonora mexicana y de la conexión del país con la cultura negra, estudiada por figuras como el antropólogo Gonzalo Aguirre Beltrán.

La investigadora Adriana Naveda Chávez indica en Ensayos sobre la cultura de Veracruz, editado por la Universidad Veracruzana, que hay quien no puede dejar de mantener una actitud escéptica ante la influencia de la cultura negra en México, por el hecho "de que tradicionalmente la historia de la llamada tercera raíz ha sido soslayada por la educación formal en México". Además, consigna, del "asombroso hecho de que no existen claros remanentes de aquellos inmigrantes, pues no hay poblaciones definidamente negras en nuestro territorio".

Lo anterior se debe, afirma, a que los africanos "se fundieron en la gran olla del mestizaje mexicano", aunque el observador atento puede aún reconocer "hoy día y a simple vista, las características del fenotipo africano dispersas en todo el territorio veracruzano".

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