Javier González Garza / De nuevo el autoritarismo

AutorJavier González Garza

Hace 40 años, el 10 de junio de 1971, cientos de jóvenes fueron masacrados en la Ciudad de México. Se trataba de una manifestación pacífica en apoyo de los estudiantes de la Universidad Autónoma de Nuevo León y la huelga que mantenían los trabajadores de la empresa Ayotla Textil.

Se discutió intensamente la realización de la manifestación, ya que unos días antes había renunciado el gobernador de Nuevo León, Eduardo Elizondo, y eso posibilitaba la resolución del conflicto. Algunos proponían que se realizara un mitin en algún auditorio cerrado para celebrar el triunfo que significaba la renuncia de Elizondo, pero el planteamiento de salir de nuevo a la calle ganó la votación y se resolvió la realización de aquella primera marcha luego del 2 de octubre de 1968. El "halconazo" fue, además de un asesinato masivo y premeditado, el anuncio de lo que sería aquella década de los setenta.

El gobierno priista de Echeverría seguía suponiendo que una conspiración extranjera impulsaba a los jóvenes y su única respuesta fue el autoritarismo. Esto orilló a muchos mexicanos, que encontraron las puertas de la democracia cerradas, a voltear hacia movimientos armados.

Aquellos grupos empezaron siendo parte de movimientos sociales. El propio Genaro Vázquez participó con la Asociación Cívica Guerrerense en un proceso electoral en Iguala y otros municipios de Guerrero. Ante su triunfo, el gobierno cometió un grotesco fraude, lo que generó diversas protestas. Las manifestaciones fueron atacadas dejando como resultado detenidos, heridos y muertos.

Se inició la persecución política y se encarceló a cientos de dirigentes. Genaro cayó injustamente en la cárcel acusado cínicamente de los delitos que se cometieron en su contra, pero en 1968 logró fugarse.

Lo mismo sucedió con el también profesor Lucio Cabañas. Otra vez un movimiento democrático y pacífico en Atoyac, Guerrero, era masacrado. Ambos líderes magisteriales fueron orillados a refugiarse en la sierra para defenderse, así nacieron sus organizaciones guerrilleras.

Se engendró así la "Guerra Sucia" que causó miles de muertos y desaparecidos. Movimientos campesinos, magisteriales, sindicales y sociales fueron atrozmente reprimidos.

Los militares que intervinieron en aquellos operativos se justificaban al calificar su actividad como una guerra, pero sus enemigos eran los movimientos sociales que luchaban por democracia y justicia.

Se cometieron asesinatos, ejecuciones y desapariciones. Algunos de esos delitos...

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