Cae jefe de espías por célula neonazi

AutorYaotzin Botello

Corresponsal

BERLÍN.- El jefe del servicio secreto alemán, Heinz Fromm, renunció ayer a su cargo tras enfrentarse a críticas por haber permitido que su oficina destruyera archivos que ayudarían a esclarecer asesinatos perpetrados por una célula terrorista neonazi.

El presidente de la Oficina Alemana de Protección a la Constitución llevaba algunos días queriendo renunciar, pero el Ministro del Interior, Hans Peter Friedrich, no le había aceptado su dimisión.

Fromm aceptó que la oficina a su cargo se deshizo de las actas de los agentes secretos que investigaron varios asesinatos cometidos por el Movimiento Clandestino Nacionalsocialista (NSU) contra al menos una decena de extranjeros, entre ellos varios griegos el año pasado, de manera premeditada.

"Él mismo (Fromm) no es acusado de haber ordenado la destrucción de las actas, pero toma responsabilidad por ello como director de esa institución. Y no es común que una persona tome esta decisión de manera personal y no retórica", señaló

Wolfgang Bosbach, parlamentario del Partido Demócrata Cristiano de la Canciller Angela Merkel.

Algunos consideran que la destrucción de estas actas, que posiblemente fue realizada por un agente secreto, revela la falta de voluntad de las autoridades alemanas para poner al descubierto las operaciones del NSU, pues los ocho agentes secretos que habrían estado trabajando para la institución debieron haber recopilado información sobre el movimiento clandestino.

"Desde 2003 había indicios de que esta célula estaba operando, porque los servicios secretos italianos habrían prevenido a los alemanes de ello", reveló el diario Frankfurter Rundschau.

Información de este tipo habría estado en las actas que fueron destruidas poco después de que se descubrió formalmente la operación de esta célula terrorista de ultraderecha, en noviembre de 2011. En ellas también había una lista con 73 nombres de contactos de la red.

El mismo Fromm hizo declaraciones al semanario Der Spiegel acerca de que la destrucción de los documentos ha causado "graves daños a la reputación" de la agencia.

"Dos de las personas eran miembros activos de la célula y en total se habría contactado a unas 35...

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