Jeffrey D. Sachs / El año del desarrollo sostenible

AutorJeffrey D. Sachs

El año 2015 será la mayor oportunidad de nuestra generación para hacer avanzar el mundo hacia un desarrollo sostenible. Tres negociaciones de alto nivel entre los meses de julio y diciembre pueden reorganizar el programa mundial de desarrollo y dar un importante impulso a cambios decisivos en el funcionamiento de la economía mundial. Con el llamamiento del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en pro de la adopción de medidas en su informe "La senda a la dignidad," el Año del Desarrollo Sostenible ha comenzado.

En julio de 2015, los dirigentes del mundo se reunirán en Addis Abeba (Etiopía) para formular las reformas del sistema financiero. En septiembre de 2015, volverán a reunirse para aprobar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a fin de que guíen las políticas nacionales y mundiales hasta 2030 y, en diciembre de 2015, los dirigentes se reunirán en París para aprobar un acuerdo mundial encaminado a evitar los peligros en aumento del cambio climático inducido por el hombre.

El objetivo fundamental de esas cumbres es el de poner el mundo rumbo al desarrollo sostenible o el crecimiento sostenible y no excluyente, lo que quiere decir un crecimiento que aumente los niveles de vida medios, beneficie a la sociedad en toda su distribución de la riqueza, en lugar de hacerlo sólo a los ricos, y proteja -en lugar de destrozar- el medioambiente natural.

La economía mundial es bastante válida para lograr el crecimiento económico, pero falla a la hora de velar por que sea medioambientalmente sostenible y se comparta equitativamente la prosperidad. La razón es sencilla: las mayores empresas del mundo persiguen implacable y bastante logradamente sus propios beneficios con demasiada frecuencia, a expensas de la equidad económica y del medio ambiente.

La obtención del máximo beneficio no garantiza una distribución razonable de la renta ni un planeta seguro. Al contrario, la economía mundial está dejando atrás a un gran número de personas, también en los países más ricos, mientras que el propio planeta Tierra padece una amenaza sin precedentes por el cambio climático causado por el hombre, la contaminación, el agotamiento del agua y la extinción de innumerables especies.

La premisa de la que parten los ODS es la necesidad de un rápido cambio transcendental. Como dijo John F. Kennedy hace medio siglo: "Al determinar nuestro objetivo más claramente, al hacer que parezca más viable y menos remoto, podemos ayudar a todas las personas a...

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