Jorge Alcocer V. / Derroche
| Autor | Jorge Alcocer V. |
El artículo 47 del Cofipe establece que "durante el tiempo de las campañas electorales (...) se adquirirán (sic), por conducto del IFE para ponerlos a disposición de los partidos políticos y distribuirlos mensualmente, hasta 10 mil promocionales en radio y 400 en televisión, con duración de 20 segundos. En ningún caso el costo total de los promocionales excederá el 20 por ciento del financiamiento público que corresponda a los partidos políticos para las campañas en año de elección presidencial y del 12 por ciento cuando sólo se elija a los integrantes del Congreso de la Unión." Del total de esos promocionales (spots), un 4 por ciento es para los partidos de nuevo registro, y 96 por ciento para los otros seis: 30 por ciento en partes iguales y 70 por ciento de acuerdo a su votación en la elección de 2003.
El viernes pasado el IFE publicó en los diarios un desplegado con una cabeza que habla por sí misma: "Deciden partidos políticos compra de spots a través del IFE". Según el desplegado de marras, los partidos decidieron que el IFE gaste 357.7 millones de pesos (mp) en la compra de 10 mil spots en radio (281.9 mp) y 400 en TV (75.9 mp). Sería muy positivo que, en aras de la transparencia, el IFE publique las pautas de transmisión y estaciones que cada partido le solicitó originalmente y las que finalmente han sido contratadas.
El IFE pagará, en promedio por spot de 20 segundos, $189,656.83 en TV y de $28,188.00 en radio. Por minuto, el precio es de $568,970.49 en TV y de $84,564.00 en radio.
Radio Fórmula obtuvo el contrato más jugoso, con 128.5 mp; Grupo Radio Centro se lleva 77.4 mp; Televisa 59.6 mp, más Televisa Radio 15.1 mp; Imagen 40.2 mp y TV Azteca 16.3 mp. Los restantes 20.7 mp se reparten entre cinco grupos radiofónicos. Los demás concesionarios se quedaron como el chinito, nomás milando.
Estamos ante un caso en que la confusa redacción de la norma legal es pretexto para que el IFE actúe, de nueva cuenta, con criterios que producen despilfarro de recursos públicos que, además, alimentan las opacas relaciones entre los partidos y las principales empresas que dominan el mercado de radio y televisión de México.
La redacción de la norma citada fue interpretada por el IFE como que cada partido debe negociar con los concesionarios la pauta para los mensajes que le corresponden, decidir con cuales de ellos contrata e informar al IFE para que éste cierre la negociación y pague. Pero tal interpretación es absurda. Si el IFE pone "a...
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