Jorge Alcocer V. / Dos noticias

AutorJorge Alcocer V.

La buena es que en las páginas de apuestas de Estados Unidos la candidata demócrata sigue aventajando al republicano. Visto el momento por el que atraviesan los estudios demoscópicos, allá y acá, preferible es tener como termómetro de la opinión del electorado del vecino del norte la ventanilla de Las Vegas.

El lunes de la semana pasada la ex primera dama empezó mal. Por una parte, dos encuestas la ubicaron por debajo o apenas empatada con Trump. Por la otra, los delegados de Bernie Sanders, ya de por sí molestos, pasaron del abierto enojo a la ruidosa protesta al revelarse miles de correos de varios integrantes de la cúpula demócrata, que dan cuenta del activismo en contra del senador.

Al final del día fue posible apaciguar la tormenta, gracias en primer lugar al propio Sanders, a quien de ganar la señora Clinton cabe augurar un lugar en su gobierno. De lunes a jueves pudimos ver y escuchar discursos que dan cuenta de las diferencias, intelectuales y de trayectorias personales, que separan hoy en día a los dos grandes partidos norteamericanos. Empezando por el contraste entre los discursos de Trump y Clinton, la balanza se inclina del lado demócrata. Destaco el discurso de Michelle Obama que anticipa, desde ahora, que si la primera dama siguiera activa en política, el camino abierto ya tiene quien lo recorra en 4 años.

Las campañas arrancaron en Estados Unidos; los dos candidatos recorrerán la vasta geografía del vecino del norte, privilegiando cada uno a sus electores fieles y luego su presencia en estados y regiones en que el segmento de los indecisos resultará definitorio del resultado. Por el sistema de elección final indirecta, a través del Colegio Electoral, los estados con chance de victoria para uno u otro partido (swingers) pueden ser decisivos, como vimos en la elección Bush vs. Gore.

Desde el lado republicano los discursos insistirán en descalificar a su adversaria, explotando los peores humores y prejuicios del vasto sector de la sociedad estadounidense que coincide y comparte los que mueven a Donald Trump. Para los demócratas, creo, el objetivo es que este último se tropiece con su propia lengua y que en la expectoración de ofensas y amenazas termine por...

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