Jorge Alcocer V. / Números y lecturas

AutorJorge Alcocer V.

Con los datos de los PREP, a la hora de entregar este artículo, el PAN (en coalición o sin ella) gana 7 gubernaturas y el PRI 5.

De las 7 ganadas por el PAN una la conserva (Puebla) y 6 las pierde el PRI.

De las 5 ganadas por el PRI 3 las conserva (Hidalgo, Tlaxcala y Zacatecas) y dos las recupera, aunque en una de ellas se dice que nunca la perdió (Oaxaca y Sinaloa).

Por población total o por número de electores, el PAN ganó los estados de mayor importancia poblacional, mientras que entre los ganados por el PRI están 2 del grupo de menor relevancia, considerando los que tuvieron elección para gobernador.

Los números provocan primeras lecturas, para constatar hechos o lanzar hipótesis.

Hay voto diferenciado, que provoca resultados contrastantes. Por ejemplo, en Hidalgo el priista Omar Fayad ganó sin problemas, pero el PAN gana la alcaldía de Pachuca. En Quintana Roo el ex priista Carlos Joaquín obtiene el triunfo, mientras el candidato del PVEM/PRI gana la alcaldía de Benito Juárez (Cancún). Falta hacer las cuentas del reparto del poder en los municipios y congresos estatales.

Para los decepcionados, de las elecciones y de los partidos, una doble lección: la alternancia y la pluralidad siguen presentes gracias al voto ciudadano y los partidos siguen siendo los actores centrales de las contiendas electorales. Salvo excepciones (Ciudad Juárez es una) los candidatos independientes no pintaron.

Quien esté interesado en hacer un estudio, con datos reales, de lo que quiere decir "voto de castigo", esta es la oportunidad. Le bastará con analizar los resultados en los estados con cambio de partido en el gobierno (dos tercios de los que estuvieron en disputa). Características en común: corrupción del gobernador; inseguridad; impunidad; ineptitud. Los vicios están presentes, con mayor o menor intensidad, en los 8 estados. El voto de castigo afectó a los tres mayores partidos; lo sufren el PRD y el PAN en Oaxaca y Sinaloa.

La transición a la democracia no es eterna; en México concluyó -en lo fundamental- con la primera alternancia en el Ejecutivo federal (2000); lo que de positivo nos deja ese largo periodo es que las alternancias son posibilidad que se vuelve realidad en cada jornada comicial, y que la pluralidad, como la buena música, llegó para quedarse. Nadie gana todo, nadie pierde todo. El reparto del poder es como la rueda de la fortuna.

Antier entre las 18 y las 23 horas privó la confusión respecto del resultado en la mayoría de los estados. A...

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