Jorge G. Castañeda / Lecciones del 1o. de mayo

AutorJorge G. Castañeda

La inmensa movilización de la gente en Estados Unidos a principios de semana encierra varias lecciones para el futuro de la reforma migratoria integral, también llamada en un lenguaje científico preciso, la Enchilada Completa. La primera es la más importante: es la comprobación de que la población latina, con o sin documentos, ciudadana de Estados Unidos o de otros países, está cada vez más dispuesta a llevar sus demandas a las calles de las ciudades de EU. A pesar de ciertas divisiones, de represalias, de una campaña de miedo puesta en práctica desde el Departamento de Seguridad Interna y de un menor plazo para organizar esta movilización, los números fueron tan impresionantes como hace poco más de tres semanas. En algunas ciudades quizás hubo menos gente (Dallas, Phoenix, Nueva York), en otras (Chicago, Los Ángeles) parece que más, pero en cualquier caso, la gente volvió a salir. Éste es el dato más trascendente: los migrantes y sus partidarios de todo tipo en Estados Unidos están perdiendo el miedo a salir de las sombras y a actuar a la luz del día. Se trata de un cambio de enorme significado.

La segunda lección, más ambigua, se refiere al vaso medio lleno/medio vacío del boicot en Estados Unidos. Desde un principio, muchos pensaron que se trataba de un esfuerzo quijotesco. En una economía tan grande, compleja y diversificada como ésa, ningún factor único -mexicanos, trabajadores industriales, empresarios de tal o cual sector, otros grupos étnicos- puede afectar de fondo el desempeño del país. Además, resulta prácticamente imposible medir el impacto del boicot, ¿cómo se mide lo que no se consumió, comió, compró o que no se hizo? Aunque hubo algunos sectores -el mercado de frutas y legumbres de Los Ángeles, campos agrícolas en los valles de San Fernando e Imperial en California, frigoríficos y empacadoras en el medio Oeste- donde sí se suspendieron actividades, parece haber sido más una decisión del empleador para darle el día a sus trabajadores, que una decisión de los empleados por correr el riesgo de perder su trabajo. No es evidente que tuviera mucho sentido perder un trabajo, obtenido en condiciones tan adversas, para manifestar un rechazo, no al empleador que en muchos casos es un aliado, sino a una ley que además no va a ser aprobada. Éste es quizás el punto más controvertido del boicot: en lugar de seguir sumando esfuerzos y construyendo alianzas, el boicot corría el riesgo de poner a empleadores y empleados en una coyuntura donde...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR