Jorge Ramos Ávalos / Tiene 2 años y está presa

AutorJorge Ramos Ávalos

Fernanda Jacqueline Dávila tiene dos años de edad y está presa. El gobierno de Estados Unidos dirá que eso no es cierto. Que está siendo bien cuidada y alimentada. Que tiene cama y ropa. Pero la realidad es que está encerrada en un centro de detención para niños inmigrantes y no se puede ir.

Fernanda, de pelo y ojos color café, vivía en Tegucigalpa. Pero su abuela materna, Nubia, se la llevó a Estados Unidos donde ambas se entregaron a los agentes de la Patrulla Fronteriza. La mamá de Fernanda, Alison Dávila, de 21 años de edad, no estaba muy contenta con la idea de que las dos se fueran al norte. Pero, al final, cedió.

"Mi mamá, cinco meses antes, me estuvo pidiendo que le prestara a la niña para llevársela. Y que en dos meses me mandaba traer a mí", me dijo Alison en una entrevista. "No quería dejársela. Pero ella me dijo que le hiciera el favor porque ella quería pasar. Que era un mejor futuro (para la niña)".

La niña y la abuela fueron detenidas al cruzar la frontera. Y poco después fueron separadas. "Migración las tomó", me contó Alison, "y un día después las separó. La niña estaba dormida. Fue cuando las separaron. No le dijeron (a la abuela) a dónde iban a llevar a la niña".

Eso fue a finales de julio. Desde entonces, Fernanda está sola en Estados Unidos. No se la regresaron a la abuela, quien ya fue liberada y está residiendo en Atlanta, Georgia. Y tampoco la enviaron a Tegucigalpa, Honduras, donde vive su mamá. (El papá de Fernanda murió en un accidente).

Mamá e hija se comunican por videollamada dos veces a la semana, miércoles y viernes, con la ayuda de un trabajador social. "Ella llora bastante", me dijo Alison, "pidiendo que quiere venirse con mamá". Y por algún tiempo, la madre se imaginó lo peor: que fuera dada en adopción. "Ese era mi más grande temor".

Un reportaje de The New York Times (http://nyti.ms/2Nuf6dS) describe con dolorosos detalles cómo Fernanda fue presentada ante una Corte de Inmigración en Nueva York. Sus pies apenas sobresalían del asiento de la silla y se echó a llorar. La jueza, que no hablaba español, hizo sus preguntas a través de un intérprete. Pero Fernanda se quedó callada.

¿Qué hace una asustada niña de dos años, sin su mamá y su abuela, frente a una jueza de migración? ¿Quién lo autorizó? En septiembre pasado había casi 13 mil niños inmigrantes en custodia del gobierno de Estados Unidos. Este número ha crecido -de los 2,400 que había en mayo del 2017- debido a nuevas...

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