Jorge Ramos Ávalos / Mexicanos sospechosos

AutorJorge Ramos Ávalos

No es fácil ser mexicano estos días. Si vives en México, estás en uno de los países más violentos del continente y, quizás, uno de los más corruptos. Y si vives en Estados Unidos es muy posible que alguna vez te hayan discriminado y hasta perseguido, si no tienes permiso de trabajo, visa o tarjeta de residencia.

Hay poco que celebrar. Pero cuando lo hay, nadie nos para. Por eso llama la atención la fiesta cibernética por los cuatro Óscares ganados por el director de cine Alejandro González Iñárritu (3) y el director de fotografía Emmanuel Lubezki (1). Estos Óscares siguen a los dos ganados el año pasado por el mismo Lubezki y por el director Alfonso Cuarón.

Los mexicanos somos buenos para las fiestas. Nuestras fiestas son inversamente proporcionales a nuestras broncas; mientras más problemas haya, más las disfrutamos. "Es significativo que un país tan triste como el nuestro tenga tantas y tan alegres fiestas", escribió Octavio Paz en su Laberinto de la Soledad. "Entre nosotros la fiesta es una explosión, un estallido... No hay nada más alegre que una fiesta mexicana".

Pero en este 2015 la fiesta de los mexicanos, más que en Hollywood, fue en las redes sociales. Hubo, literalmente, millones de felicitaciones en Twitter y Facebook a los ganadores del Óscar. Pero, también, nuestras fiestas son una forma de protesta. Las aprovechamos para quejarnos y de- sahogarnos. Otra vez Paz: "En el remolino de la fiesta nos disparamos. Más que abrirnos, nos desgarramos".

El discurso de Iñárritu al aceptar uno de los Óscares canalizó el enojo y frustración que sentimos muchos mexicanos en ambos lados de la frontera. "Quiero dedicar este premio a mis compatriotas mexicanos, a los que viven en México", dijo Iñárritu, "y rezo para que podamos encontrar y construir el gobierno que nos merecemos".

El hashtag #ElGobiernoQueNosMerecemos se hizo tendencia en México. La crítica al actual Presidente fue clara. Más de 37 mil mexicanos han sido asesinados desde que Enrique Peña Nieto llegó el poder; esa es la "mexicanización" y el "terror" que tanto teme el Papa Francisco para su Argentina. Además, con una elección cuestionada por trampas y graves acusaciones de conflicto de intereses, Peña Nieto no es un Presidente de Óscar. Si tenemos dos directores de cine de Óscar, ¿por qué no hemos podido encontrar a...

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