Jorge Ramos Avalos / Prohibida la entrada

AutorJorge Ramos Avalos

Lo peor de Estados Unidos es el racismo. A principios del tercer milenio y 227 años después de su independencia, Estados Unidos continúa batallando con el odio racista y la discriminación. No acaba de reconocerse como una nación multiétnica, multirracial y multicultural. Le cuesta trabajo darse cuenta que no es un país blanco sino mestizo.

El racismo que aún padece Estados Unidos no es como el que sufrió el ya fallecido profesor Julián Samora. Cuando Samora era un niño, hace más de medio siglo, había letreros en los parques públicos de Colorado que decían: "Prohibida la entrada a mexicanos, indígenas y perros". La discriminación hoy no es tan burda pero existe. Los mexicanos y otros latinos pueden entrar a cualquier parque en Estados Unidos. Pero muchos no reciben un trato justo y una mayoría percibe que está en desventaja.

Ocho de cada 10 (82 por ciento) latinos aseguran que la discriminación contra los hispanos es un problema que les evita tener éxito en Estados Unidos, según una encuesta del Pew Hispanic Center. El 78 por ciento de los latinos considera que la discriminación es un problema en sus centros de trabajo (comparado con el 64 por ciento de los afroamericanos y el 57 por ciento de los blancos).

La discriminación para los latinos no es un concepto abstracto. Bastan estos tres ejemplos:

Actualmente no hay ni un senador latino ni un juez hispano en la Corte Suprema de Justicia. Y hasta hace poco tampoco había ningún gobernador latino.

Los latinos son el único grupo que no está representado proporcionalmente en la fuerza laboral del gobierno de Estados Unidos. Sólo el 6.7 por ciento de los empleados del gobierno federal son latinos, a pesar de que ya en el 2002 eran al menos el 13.5 por ciento de la población total.

De los aproximadamente 16 mil reportes de noticias hechos por las cadenas ABC, CBS, NBC y CNN en el año 2001, sólo 99 (0.62 por ciento) fueron sobre latinos.

A pesar de lo anterior, no todo está perdido. La Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos acaba de determinar que los programas de acción afirmativa -que favorecen a las minorías para entrar a la universidad y que luchan contra la discriminación- sí son legales. Gracias a ellos en la Universidad de Michigan, por ejemplo, el 8 por ciento de los estudiantes son negros y el 5 por ciento son latinos. Antes de implementar esos programas prácticamente no había estudiantes de las minorías en esa universidad.

Sin embargo, la administración del presidente George W. Bush y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR