Jorge Ramos Ávalos / Sólo queremos que nos crean

AutorJorge Ramos Ávalos

Los pilotos saben volar aviones. Los futbolistas meten goles. Y los cerrajeros abren puertas. Ése es su oficio. El oficio del periodista es que te crean. Punto. Si no le crees a un periodista, de nada sirve su trabajo.

En su descripción más sencilla, los periodistas decimos y escribimos lo que vemos y lo que nos enteramos. Ni más ni menos. Y ahí radica nuestra fuerza. Le contamos al mundo lo que pasa, que no es poca cosa.

Pero, si lo que contamos, eventualmente, no coincide con la realidad, entonces la gente nos deja de creer. Lo único que tenemos como periodistas es nuestra credibilidad.

Conozco a muchos periodistas a los que nadie les cree nada. Algunos estuvieron o están muy ligados con el gobier- no. Son simples voceros. Otros reciben dinero por decir cosas. Varios más tienen una agenda ideológica. Son, quizás, publicistas pero no reporteros. No se les puede creer.

Pero hay otros que... mis respetos. Dicen lo que ven, aunque duela. Son fieramente indepen- dientes. No les da miedo preguntar. Hacen temblar a los poderosos. Investigan lo que otros esconden. Leerlos y verlos es una obligación. Son, en una palabra, periodistas. Esos son los que cuentan.

Bueno, todo esto surge por el escándalo en que está metido Rupert Murdoch, el magnate de los medios de comunicación a nivel mundial. Tuvo que cerrar el periódico más popular del planeta -News of the World, que vendía casi 3 millones de ejemplares a la semana- porque muchos de sus reporteros, en lugar de informar, se dedicaron a inventar.

Inventar noticias es un buen negocio. Hay muchos medios que se dedican a eso. Pero eso no es periodismo.

Los problemas de la News Corporation -dueña de News of the World, Fox News, The Wall Street Journal y muchos otros medios de comunicación en el mundo- vienen desde muy atrás. En el 2007, uno de sus reporteros, Clive Goodman, y un investigador privado, Glenn Mulcaire, se declararon culpables de "hackear" o intervenir teléfonos. De hecho, al investigador Mulcaire le encontraron datos de 3 mil 870 personas a las que, posiblemente, espió ilegalmente.

Entre los "hackeados" por la News Corporation había políticos, actores y una niña, Milly Dowler, que desapareció y murió en el 2002. El "hackeo" al teléfono de Milly le hizo creer falsamente a sus padres de que aún estaba viva cuando, en realidad, ya había muerto. Eso, además de ser ilegal, es increíblemente cruel.

En otras palabras, algunos reporteros de la News Corporation abusaron de su poder, rompieron la ley...

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