José Luis Lezama / Virus y estigma

AutorJosé Luis Lezama

Diversos rasgos de la irracionalidad humana se han mostrado en este episodio del virus A H1N1 que hoy día mantiene en zozobra al mundo. Los mexicanos han sido globalmente estigmatizados como sus generadores y propagadores. Pudiéramos quejarnos de que esta conducta condenable fue exclusiva del extranjero hacia el mexicano, si no tuviéramos las pruebas de que entre los mismos mexicanos ocurrió algo similar. Los habitantes de la Ciudad de México fueron objeto de animadversión en algunas ciudades del país al pensárseles portadores del virus. En los días de mayor alarma sanitaria cualquiera podía ser sospechoso y sujeto de rechazo y distanciamiento en México. Es una reacción natural de defensa y búsqueda de protección e inmunidad. Muchos mexicanos residentes en el extranjero y sin viajes recientes a México padecieron del estigma y la exclusión. Pareciera que el virus se llevara en la nacionalidad, no en la biología. No obstante, la epidemia de exclusión social hacia lo mexicano no correspondió con la magnitud de los daños y con el número de muertes fuera de nuestro país por el virus. Éste tiene una disputada nacionalidad méxico-estadounidense. Sin embargo, sus padres genéticos no son estrictamente mexicanos. De hecho no pertenecen a un solo país, lo mismo que biológicamente no corresponden a una sola especie. Aves, cerdos y humanos integramos una aberrante hermandad en los segmentos genéticos de este virus, lo mismo que América, Asia y Europa comparten su ciudadanía.

No son extrañas estas reacciones ante un virus desconocido. Tampoco lo es la sobrerreacción internacional. Tratando de contener la epidemia por el virus, las autoridades sanitarias internacionales no pudieron evitar la del miedo. Margaret Chan, directora de la OMS, tiene motivaciones personales que explican su actuación. Fue directora de Salud en Hong Kong cuando en el 2003 se desató el llamado Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) que mató a 299 personas. En 1997, al ser acusada de minimizar el brote de Gripe Aviar, ordenó la muerte de todos los pollos en Hong Kong (1.5 millones) para desterrar la enfermedad. Por ello ante el temor provocado por el nuevo virus quiso parecer contundente, declarando el nivel 5 de alerta sanitaria y anunciando la inminencia del 6, máximo nivel, equivalente a la declaración de pandemia. Este sistema de alerta ha sido severamente criticado por muchos países desarrollados, a la luz de la experiencia mexicana, por generar pánico y no reflejar con...

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