José Luis Ornelas / De aquí y de allá

AutorJosé Luis Ornelas

Los toreros jóvenes mexicanos que han participado en las corridas de la Feria de Aguascalientes han mostrado una imprudente discreción que obliga a hablar poco de ellos. Y eso es justamente lo que menos necesitan, que no se hable de ellos.

El serial aguascalentense tiene la importancia de su tradición y la relevancia de su difusión, que trasciende más allá de nuestras fronteras taurinas.

Es un escaparate abierto para el que quiera arrancarse por un promisorio futuro inmediato, lleno de contratos.

Pero los toreros mexicanos que luchan por consolidar su nombre en el escalafón taurino internacional, parecen no entenderlo, o al menos no aprovecharlo.

A diferencia, los diestros extranjeros se han apoderado del triunfo en cada una de las corridas en que han sido anunciados.

José Tomás en aquella soberbia faena al toro de Teófilo Gómez que ha sido una joya de sensibilidad taurina, enmarcada por el dramatismo, en un episodio que ha quedado ahí, para la historia.

Conmocionó el de Galapagar a los presentes e impuso su tauromaquia en forma profunda y definitiva. Parece no tener límites en su menosprecio por el peligro, y en su apego al arte.

Y viniendo "a por todas", Miguel Ángel Perera respondió a la expectativa y conquistó lo que se ha llevado, un sitio de privilegio ante la afición mexicana, esa afición que ha consagrado como figuras a muchos toreros españoles y Perera empieza por buen camino, que mucho le ha de valer en su carrera como matador de toros que según demostró, va para...

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