José Agustín / Los clones de escritores mexicanos en París
| Autor | José Agustín |
Alguien que ha tomado ese espíritu, ahora ya no tan foráneo, ha sido el escritor Mario Bellatin, autor de "Flores", que se ha venido desarrollando de una manera muy digna de seguirse. A Bellatin se le ocurrió presentar en París una instalación marcianísima en la que actores (o "clones") asumían el papel de un escritor y además de "estar" ahí, en momentos decían los textos que los autores, Margo Glantz, Salvador Elizondo, Sergio Pitol, Su Inseguro Servilleta y Yanomeacuerdoquiénes, habíamos escrito para la ocasión. También había fotografías de cada autor con su "clon", que no se parecía para nada físicamente a nosotros y que tomó el mismo Bellatin en nuestros casas.
Martín Solares, que presenció la instalación, cuenta: "Lo de Bellatin salió muy, muy bien. Si tomamos en cuenta que la instalación se hizo en una calle donde están las principales galerías avantgarde de París, creo que el público reaccionó con curiosidad y entusiasmo. Me dijeron que los visitantes fueron en un 50 por ciento mexicanos, un 50 por ciento franceses, y los más sorprendidos fueron los franchutes. Dijeron: 1) que parecía una lectura del tarot o del I Ching; 2) que recordaba a Fahrenheit 451; 3) que era como recibir mensajes en una botella, con la pequeña salvedad de que la botella estaba viva".
Yo tuve la suerte de que mi clon, Héctor Bouerges, era el único actor profesional. Parece que lo hizo especialmente bien y fue muy celebrado. Los textos míos que leyó son sobre 10 temas; había absoluta libertad para elegir y yo opté por dar algunas de mis señas de identidad, una especie de 'esto es lo mío, me cuadra el campo y el silbido de sus aires'. A algunos estos temas no les resultarán extraños porque son de los que he venido escribiendo toda mi vida. Ahí les van:
Rock. A mí el rock me ha abierto de golpe las compuertas de la sensibilidad, la emoción y la conciencia; me ha proporcionado indescriptibles venidas en seco; retorcimientos, piel enchinada, la cabeza penduleando de un lado al otro con los ojos en blanco, el chile bien paralizado y la experiencia, bendita, bendita, de hallarme en regiones donde el tiempo no existe, "montes de luz, llagas de azucena". Buena onda surfear las crestas del rock.
El opio de los intelectuales. Desde niño soy cinéfilo rabioso y mis únicos estudios profesionales fueron cinematográficos. No los terminé, pero ¡ah cuántas películas vi en ese tiempo! Siempre quise hacer cine y lo logré: he sido director profesional y experimental, guionista y...
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