Entrevista/ José Antonio Marina/ Laberintos de la inteligencia

AutorLuz Emilia Aguilar Zinser

Autor de Elogio y refutación del ingenio, Teoría de la inteligencia creadora, El laberinto sentimental y el Misterio de la voluntad perdida, entre otros rigurosos y brillantes ensayos que cuestionan estereotipos y dan luz sobre la naturaleza de nuestra capacidad de pensar, sentir, crear y relacionarnos con el entorno, el destacado pedagogo español José Antonio Marina, en una entrevista concedida a REFORMA en el Encuentro Género, Sexo y Poder: Hombres y Mujeres hacia el Siglo XXI, celebrada en Lima, Perú, a fines del año pasado, habló de la necesidad de redefinir los conceptos de inteligencia y voluntad -término este último eliminado de los tratados de psicología desde hace décadas-, para que los sistemas educativos formen individuos autónomos, capaces de resolver los problemas que les son vitales.

La exaltación del loco genio ha sido, en consideración de este pensador, un lugar común sin fundamento científico, que mucho ha dañado a la humanidad. Insistió este apasionado educador en la urgencia de recuperar cierto protagonismo de cada uno para incidir en necesarias modificaciones a nuestras realidades personales y sociales. El autor de Etica para náufragos, argumentó que se ha malentendido el valor de la libertad, y que la miseria y el amor son problemas éticos.

"Definir qué es la inteligencia resulta fundamental para el diseño y aplicación de los programas educativos. Llevamos 25 siglos con una idea de inteligencia radicalmente equivocada, que la ha identificado con la capacidad de razonar y en su cúspide se ha puesto la ciencia: un absurdo. Los test establecen que desarrollar ecuaciones diferenciales es más importante que saber organizar una familia feliz. Eso no tiene fundamento científico y nos ha llevado a un callejón sin salida. La función principal de la inteligencia es articular el comportamiento para salir bien parados de las situaciones, dirigir, dirigirse a sí misma con autonomía, aprovechar el conocimiento y la evaluación afectiva.

"A diferencia de los problemas matemáticos, los vitales no se solucionan con fórmulas, sino en la práctica de nuestra capacidad de esfuerzo, de tenacidad, de controlar o seguir las emociones, de valorar. Es indispensable reformular el concepto de inteligencia y con éste los enfoques educativos, sobre todo los que tocan la gran franja de la enseñanza secundaria, por donde pasan todos los chicos de la nación, es ahí que tenemos que educar a los ciudadanos para que lleguen con autonomía a su siguiente etapa y, en su caso, a la universidad, donde recibirán capacitación laboral y se especializarán en alguna área de conocimiento. Soy maestro de secundaria y universitario: mi tarea como educador es la más importante que realizo".

¿Qué diferencia a la inteligencia artificial de la humana?

Hay quienes piensan que son lo mismo y no es verdad. Las grandes compañías dedicadas a producir odenadores intentan convencernos de que en sus máquinas está la inteligencia, con lo cual el lector puede ser más o menos intercambiable. Eso va a dar origen a una nueva distribución de clases sociales: los que...

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