José Revueltas: El escritor rebelde

AutorSilvia Isabel Gámez

Sobre José Revueltas siempre pesó una sombra de marginalidad. Su obra nunca fue aclamada de manera unánime.

En una entrevista de 1966, el escritor reconoció que su militancia comunista le había acarreado el aislamiento literario. Pero para el autor, la lucha política, social, no podía separarse de la escritura.

"Algo que no se ha entendido es que Revueltas fue un escritor de vanguardia, en sintonía directa con Joyce, Faulkner, Pound", afirma Evodio Escalante, estudioso de su obra.

Aunque Revueltas se definía como un escritor realista, señala, su uso del lenguaje, la estructura de su narrativa, el manejo de los personajes, lo vuelven desafiante para el lector común.

"Pero en eso radica también su riqueza, porque se lea mucho, poco o nada, ya forma parte de la historia de la literatura mexicana".

Para el crítico literario Vicente Francisco Torres Medina, resulta claro que Revueltas merece tener más lectores.

"No creo que exista otro prosista mexicano que haya calado tan hondo, que haya sido tan revelador de la condición humana".

La prosa de Revueltas es compleja, reconoce su editor, Philippe Cheron.

"En su narrativa se mezcla la política, y eso a muchos lectores no les gusta, incluso les provoca rechazo".

Existía en Revueltas cierta desmesura. Al igual que sus hermanos, el pintor Fermín y el compositor Silvestre, seguido andaba "ilusionado" por tanta copa. El alcoholismo le pasó factura, pero era también un autor disciplinado. Podía escribir, con una gran cafetera al lado, durante tres días seguidos, y luego dormir 32 horas sin interrupción.

"Su tema es la cárcel", sostiene Escalante. "La idea de que si una sociedad necesita prisiones es porque a su vez se encuentra encarcelada es un punto nodal en su narrativa. Siendo marxista, nunca aparecen obreros en su obra; los personajes que le atraen son los ladrones, las prostitutas, los criminales".

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Revueltas sufrió una doble prisión, dice Cheron: casi siempre vivió encarcelado, entre los muros o encerrado por el dogma.

Aún no cumplía 15 años cuando fue enviado a la correccional tras participar en una manifestación del Partido Comunista Mexicano, al que ingresa en mayo de 1930.

Dos años después es condenado cinco meses a las Islas Marías por organizar una huelga y, en 1934, tras participar en un movimiento de trabajadores agrícolas, es sentenciado a 10 meses de trabajos forzados en el penal.

Revueltas es expulsado del Partido Comunista en 1943 por su posición crítica. Tras su paso por el Partido Popular de Vicente Lombardo Toledano, solicita en 1955 su reingreso al PCM. La ruptura definitiva se produce en 1960.

Se acerca después al Partido Obrero Campesino Mexicano, y más tarde participa en la fundación de la Liga Leninista Espartaco, pero acaba sus días como "un...

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