José Woldenberg / Masas criminales
| Autor | José Woldenberg |
Dos agentes de la Policía Federal Preventiva fueron golpeados a lo largo de varias horas y luego quemados vivos por una masa humana en San Juan Ixtayopan, Tláhuac. Otro más se encuentra grave en el Hospital de Xoco, luego de que fue rescatado de la turba por agentes policiales. Las víctimas realizaban una investigación sobre el narcomenudeo en la zona y fueron acusados de "pretender robarse a niños". Pese a que incluso se identificaron ante los reporteros y las cámaras de televisión, de todas maneras fueron linchados.
La brutalidad de la horda ha sido expuesta ya por las grandes cadenas de televisión y las escenas de barbarie dejan conmocionado a cualquiera. Las preguntas se multiplican: ¿Cómo individuos pacíficos se transforman en asesinos?, ¿qué convierte a una comunidad en una masa salvaje?, ¿qué dispara a esa bestia colectiva? Nadie lo sabe bien a bien, pero sucede. No se trata, por desgracia, del primer linchamiento, y me cuesta trabajo escribir que quizá no sea el último. Lo cierto es que en ocasiones los grandes grupos humanos son portadores de pulsiones destructivas que los convierten en potencias asesinas.
La rabia, la sed de venganza, la animalidad desatadas, adquieren una fuerza tal que no hay dique que las pueda contener -ahí están las entrevistas que las televisoras pudieron hacerles a los policías golpeados en medio del linchamiento y que sólo significaron un respiro momentáneo para las víctimas-, y expresan de manera elocuente y trágica la importancia del Estado. Sin él, la barbarie, la mal llamada "justicia por propia mano" (que por supuesto no es justicia), se encuentran a la vuelta de la esquina.
Desde Gustave Le Bon (Psicología de las masas. Morata. Madrid. 1986) hasta Elías Canetti (Masa y poder. Muchnik. España. 1981), el miedo y la fascinación por las masas destructivas ha buscado respuestas, explicaciones, claves para entender. Y ninguna resulta suficiente. Contamos apenas con aproximaciones, esbozos de respuestas. Pero, eso sí, más nos vale no buscar justificaciones a acciones criminales.
Hace 110 años escribía Le Bon: "El hecho más llamativo que presenta una masa psicológica es el siguiente: sean cuales fueren los individuos que la componen, por similares o distintos que puedan ser su género de vida, ocupaciones, carácter o inteligencia, el simple hecho de que se hayan transformado en masa les dota de una especie de alma colectiva. Esta alma les hace sentir, pensar y actuar de un modo completamente distinto de como...
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