José Woldenberg / El próximo ombudsman

AutorJosé Woldenberg

En los días que corren el Senado deberá nombrar al próximo presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Ya apareció la convocatoria, ya comparecieron los candidatos y las comisiones encargadas deberán procesar una terna para presentarla al pleno. No estamos ante un nombramiento más y menos ante una rutina institucional. Cierto, como lo han analizado Ana Laura Magaloni y Carlos Elizondo Mayer-Serra, la CNDH reclamaría una reingeniería, para realizar mejor las funciones que hasta ahora ha desempeñado pero además las de una defensoría pública ("¿Qué hacer con la CNDH?", Nexos 443, noviembre 2014), pero por lo pronto, el nombramiento de su titular está en los primeros lugares de la orden del día y no es un asunto menor.

La siguiente es la carta que envié a la Comisión de Derechos Humanos del Senado y cuyas consideraciones creo que vale la pena hacer públicas.

México vive una situación delicada en materia de derechos humanos. Muchos de los avances alcanzados están siendo erosionados por la espiral de violencia que sacude al país. La necesaria lucha contra el crimen organizado también tiene un impacto en las agencias estatales encargadas de combatirlo. Y hemos sido testigos que en algunos casos dichas agencias han actuado por fuera de la ley, vulnerando derechos fundamentales, lo que tiende no solo a inyectar altas dosis de irritación social sino que puede degradar y degrada a las propias instituciones.

En una coyuntura tan preocupante es necesario contar con una Comisión Nacional de Derechos Humanos que de manera inequívoca señale con convicción y eficacia cada violación que se cometa. Es necesario que las instituciones del Estado mexicano envíen un mensaje claro y contundente de que la CNDH será un puntal para la preservación de los derechos humanos y que la misma, como agencia estatal pero autónoma, actuará en todo momento apegada a su mandato y de manera independiente, no alineada, al intenso rejuego político que para bien modela al país.

En buena medida el nombramiento del nuevo presidente de la CNDH marcará las posibilidades y el rumbo de la Comisión. Y es por ello que con todo respeto me permito ponderar ante ustedes la candidatura del licenciado Ricardo Bucio Mújica.

Lo conocí cuando él era Secretario Técnico de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y yo un miembro más de su Consejo Consultivo. Pude entonces apreciar una serie de cualidades...

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