José de Yturbe Bernal: Creador de emotivos trazos

AutorKarina González

La antesala de una carrera exitosa se basa en el aprendizaje, la disposición y la experiencia. Estos tres elementos distinguen el quehacer del arquitecto José de Yturbe Bernal, quien, con más de 35 años de trayectoria, actualiza sus conocimientos a través de viajes, conferencias y estudios.

Después de trabajar en los despachos de Juan Sordo Madaleno, Augusto H. Álvarez y Enrique de la Mora y Palomar, el creativo vivió en Roma, Italia, donde se empapó de la cultura de aquel país europeo.

Una de las amistades más importantes de su vida fue la de Luis Barragán, quien le enseñó a apreciar las raíces de la arquitectura mexicana, el uso del color y la emotiva presencia de la luz natural.

El también representante del despacho De Yturbe Arquitectos ha realizado más de 150 proyectos, principalmente residenciales. Entre sus obras más emblemáticas destacan la Torre Alta en Monterrey, el Hotel Westin Regina, en Puerto Vallarta y los Cabos, y el Nejapa Country Club en Managua, Nicaragua.

En entrevista exclusiva, José de Yturbe Bernal explica los principios básicos de su arquitectura y los retos de construir obras en México, así como la importancia de presentar su diseño en el extranjero.

Los inicios de su carrera

Los cimientos del éxito

Aprendió a proyectar edificios en papel con una regla y un lápiz. Ahora realiza modelos tridimensionales en computadora que puede manipular en cuestión de segundos. Es el arquitecto José de Yturbe Bernal, quien a lo largo de su trayectoria se ha enfrentado a diferentes cambios, entre ellos, los avances tecnológicos.

Antes de tener una carrera exitosa escaló diferentes peldaños que lo condujeron hacia el aprendizaje y la experiencia. Trabajar en los despachos de Juan Sordo Madaleno y Augusto Álvarez, por ejemplo, le permitió conocer el oficio de la arquitectura y las reglas necesarias para ejecutarla.

Como amigo cercano de Luis Barragán, valoró los principios de la arquitectura mexicana y sus raíces prehispánicas. Así, la adecuada combinación de los colores, el juego de luces y sombras y la acertada selección de materiales naturales son piezas claves de sus obras.

Antes de estudiar Arquitectura en la Ibero, usted cursó Ingeniería Civil. ¿De qué manera le ayudó para complementar su profesión?

Estudié primer semestre y un poco del segundo. Con eso fue suficiente para descubrir que ésa no era mi carrera, pues me gustaba más el diseño. Entonces la dejé. No obstante, a pesar del poco tiempo que le dediqué, me ayudó a tener conocimientos de matemáticas y estructura.

¿Qué le dejó el haber trabajado con Juan Sordo Madaleno y Augusto Álvarez?

Después de salir de la carrera no se tiene el oficio de la arquitectura. Realmente, trabajar en el despacho de estos arquitectos me enseñó los desafíos de mi profesión y la rigurosa disciplina que se requiere día con día.

También estuve con el arquitecto Andrés Casillas, quien conoció mucho a Luis Barragán.

¿Luis Barragán también influyó en su carrera?

Lo conocí cuando era joven y tuvo una gran influencia en mí, pues a los dos nos gustaban las raíces de la arquitectura mexicana. Algunos arquitectos contemporáneos desconfiaban de él, no le daban crédito porque diseñaba espacios grandes con patios y muros gruesos. Sin embargo, él tenía muchos fundamentos adquiridos de viajes y de estudios.

En un principio, Barragán era poco apreciado. Hasta que le dieron el Pritzker las cosas cambiaron. Yo comía regularmente en su casa. Nunca trabajé con él, pero me fijaba en lo que hacía.

¿El arquitecto nace o se hace?

Nace con algo, pero también tiene que trabajar. Hay arquitectos que nacen genios, pero un arquitecto "normal" necesita trabajar mucho en ver y estudiar obras.

¿Vivir en Roma enriqueció su visión arquitectónica?

En Roma...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR