Juan Enríquez Cabot / Confesión...

AutorJuan Enríquez Cabot

Casi todo pecado se puede lavar, pero primero... hay que confesar... Por mi parte confieso ser admirador de Juan Pablo II. Extraordinario hombre que inspiró a millones y derrumbó muros. Pero el ahora beato, quizás algún día santo, no fue Dios. Fue hombre. Hombre con bastante menos fallas que nosotros. Pero hombre al fin y al cabo. Y como hombre hay que confesar...

Pero dado que ya acabó en el Cielo, y le sería imposible confesar, y dado que todavía queda bastante por aclarar sobre temas terrenales, es justo y necesario llegar al fondo de algunos asuntillos antes de santificar...

Antes de llegar a santo hay que aclarar a fondo lo que ocurrió. Y dado que el ahora beato no se puede confesar, y dado que fue el encargado y responsable cuasi absoluto de su rebaño de cardenales, obispos, monseñores, párrocos, clérigos y otras criaturas, es labor de la Iglesia, a nombre suyo, confesar, pedir perdón, lavar pecado, antes de santificar. Especialmente porque todavía hay réquete harto vivillo que aún sigue suelto.

Sería una monumental tragedia, bajo el argumento de que hay que proteger al santo en potencia, permitir que se siga violando a niños y niñas. Especialmente ahora que sabemos que deliberadamente o no el Papa, y sus más cercanos, sistemáticamente o protegieron, o encubrieron o ignoraron crimen tras crimen.

Aun después de que explotó el escándalo pederasta a nivel mundial, después de que el ahora beato convocó a la curia de Estados Unidos en el Vaticano, y ordenó proteger niños y expulsar curas abusivos... resultó que seguía viviendo en Roma gente como el "reverendo" Joseph Henn, acusado de violar 13 menores y con petición de extradición. Y Barry Bossa, también con petición de extradición. Y James Tully, quien también enfrentaba acusaciones de abuso de menores. Y por lo menos otros cuatro monstruos. (Dallas Morning News).

Es esencial confesar, aclarar, pedir perdón y distribuir penitencia y castigo porque aún hoy algunos de los demonios que encubrió el papado de JP II siguen sueltos. En el 2010 renunciaron cinco obispos irlandeses por encubrimiento. En el 2011 un reportaje acusó al arzobispo de Filadelfia de encubrir a 37 curas acusados de violaciones. Un mes después, finalmente, suspendieron a 21 de estos curas. Todavía hay mucho que confesar, mucho de qué pedir perdón, porque aparentemente la iglesia de JP II escondió, protegió, encubrió a más de 200 acusados, deliberadamente moviéndolos de país en país.

Este año quien fue obispo de Brujas...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR