Juan Enríquez Cabot / Orden...
| Autor | Juan Enríquez Cabot |
Una de las áreas de más rápido crecimiento en la economía de EU durante las últimas décadas fueron las prisiones privadas. EU encarcela más ciudadanos que cualquier otro país desarrollado. (El 5% de la población mundial tiene 25% de todos los prisioneros...). Pero ahora, frente a masiva crisis económica, y el colapso presupuestario en varios estados, la pregunta de repente se ha vuelto cómo encarcelar menos (de preferencia sin aumentar el índice de criminalidad). Esto ha puesto de moda las acciones de un juez en las lejanas islas hawaianas, Steven Alm...
La política de encarcelar por casi cualquier ofensa ha retacado prisiones a lo largo y ancho de EU. Aun con las enormes inversiones privadas es extraordinaria, y en muchos casos ilegal, la congestión que existe en diversas prisiones. Mucha gente sale liberada antes de cumplir su sentencia. Pero sale bajo libertad condicional y tiene que presentarse periódicamente ante un oficial para demostrar que no usa drogas y busca empleo productivo. El lío es que muchas veces sí están usando drogas y a menudo no se presentan...
Estando tan abrumados con tantos casos, los oficiales a cargo de vigilar la libertad condicional a menudo dejaban pasar estas violaciones cinco o 10 veces antes de desesperarse y volver a meter al criminal a la cárcel. Pero el juez Alm se cansó de recibir en su juzgado a la misma persona una y otra vez. Y decidió cambiar el sistema...
Su tesis y método, descrito en un buen artículo de Jeffrey Rosen en el New York Times Magazine, es que cualquier violación resultaría en un castigo inmediato y seguro. Pero no en un castigo tan extremo como el reencarcelamiento durante años. Es decir, a la primera violación... arresto inmediato, juzgado en menos de tres días y tambo unos cuantos días. Empezó a avisar a cuanto delincuente se presentaba que las reglas habían cambiado. Aun así, después de años de violaciones, y un claro patrón de ignorar a la autoridad, el juez esperaba colas de criminales.
Pero pasó algo muy extraño. En vez de un enorme incremento en casos, la nueva política, respuesta inmediata y segura, llevó a sólo tres casos la primer semana, dos la segunda, ninguna la tercera. El uso de drogas se desplomó 93%. El juez redescubrió un principio esencial en la aplicación de la justicia: un castigo moderado pero seguro e inmediato es mucho más eficaz que un potencial castigo muy severo pero aplazado y rara vez ejecutado. Resulta que la gente es mucho más propensa a obedecer la ley...
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