Juan Villoro / Cosa juzgada

AutorJuan Villoro

"Siempre nos quedará París". La frase de Casablanca no se aplica a los artistas invitados al Año de México en Francia. Por razones políticas, dos países con enormes afinidades culturales han tenido un desencuentro.

Nicolas Sarkozy aprovechó el veredicto contra Florence Cassez para posar como defensor a ultranza de sus paisanos. "El patriotismo es el refugio de los canallas", escribió Samuel Johnson. De nada se ha abusado tanto como de "los intereses de la nación". En palabras de Lichtenberg: "Me gustaría saber en nombre de quién se hacen las cosas que se hacen 'por la patria'".

Sarkozy propuso dedicar el Año de México a Cassez. En respuesta a esta provocación, Relaciones Exteriores señaló con pertinencia que el intercambio cultural no puede depender de un proceso penal. Esta argumentación parte de un supuesto: el buen funcionamiento del sistema judicial mexicano. Obviamente, no corresponde a la Cancillería ponerlo en entredicho, pero sí a quienes lo padecemos.

El error de Sarkozy, que confunde los programas culturales con la propaganda nacionalista, no debe impedir que analicemos el modo mexicano de condenar al prójimo.

Presunto culpable, la película más discutida del momento, revela las irregularidades que durante tres años padeció Antonio Zúñiga, inocente acusado de un crimen. El documental fue dirigido por Roberto Hernández, quien tuvo acceso al Reclusorio Oriente y a los jueces en calidad de abogado. De manera inaudita pudo registrar la maraña de sinrazones que aquí recibe el nombre de "justicia".

La mayoría de los crímenes que se cometen en México quedan impunes. A esta herida se agrega otra: la fabricación de culpables. Seamos sinceros: si un pariente nuestro fuera procesado, ¿esperaríamos una sentencia justa?

Sarkozy no decidió enfrentarse al Tribunal Internacional de La Haya. Su afrentoso desafío tomó en cuenta el desprestigio de la justicia mexicana. Criticar su despropósito no nos exime de analizar el país donde Graham Greene escribió Caminos sin ley.

¿En qué grado es culpable Florence Cassez? He leído los reportajes sobre el tema de Anne Vigna, Juan Manuel Villalobos y Guillermo Osorno. Todos narran la turbiedad del proceso, comenzando por el montaje televisivo que presentó como una captura en vivo lo que era una recreación. Aunque el video no se usó como evidencia, influyó en la opinión pública y en los testigos que modificaron sus declaraciones después de verlo.

La versión más significativa de un testigo suele ser la primera...

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