Juicio al feminismo

AutorSilvia Isabel Gámez

La definición misma del feminismo implica actualidad, vigencia, modernidad. Aunque joven como movimiento social en México, buena parte de sus paradigmas se han visto trastocados en las últimas décadas. Ante todo, por la igualdad que trajo el cambio demográfico del país y después por el mayor acceso a oportunidades laborales, a la educación superior y a la función pública. Aun así, el maltrato físico y el acoso sexual, la anulación de los derechos reproductivos, la condena y la discriminación, en suma, son constantes, están presentes. En los últimos 15 años, lo bueno y lo malo de la realidad de las mujeres ha quedado capturado en las páginas de Debate feminista. Allí, desde casi todos los ángulos posibles se han planteado estas preguntas: ¿qué no ha sabido hacer bien el feminismo en México?, ¿qué ideas equivocadas lo han minado?, ¿en qué ha fallado? Cinco asiduos lectores de la revista fundada por Marta Lamas aventuran una respuesta. Son las voces de los filósofos Bolívar Echeverría y Nestor García Canclini; de los sociólogos Fernando Escalante y José Woldenberg, y del escritor Carlos Monsiváis, quienes aceptaron la invitación de Enfoque para hablar de Debate feminista y del movimiento de las mujeres.

Igualdad: Insuficiente

Carlos Monsiváis

En el primer número de Debate feminista, Carlos Monsiváis firma el artículo "El amor en (vísperas eternas de) democracia". Colaborador constante de la revista, al cumplirse su 15 aniversario vuelve a estar presente con "La Santa Madrecita Abnegada: la que amó al cine antes de conocerlo".

"El mayor problema del feminismo", afirma el escritor, "es que el patriarcado no le deja plantear sus demandas en los medios masivos, y este ahogo propicia el sectarismo".

-Como hombre, ¿acepta sin problema la autoridad de una mujer?

-Resuelvo la pregunta de este modo: no me gustaría trabajar en Vamos México, pero me habría encantado colaborar con una feminista de los orígenes del movimiento como Juana Gutiérrez de Mendoza.

-¿De qué causa feminista se siente más cercano?

-Del combate al machismo, que además de ser con frecuencia ilegal, es fatuo, ridículo, violento y patético. Demasiados adjetivos para una actitud tan perniciosa, pero ni modo.

-¿Hasta qué punto considera irreal la igualdad alcanzada por las mujeres?

-La igualdad alcanzada por las mujeres no es irreal, es muy insuficiente y es sectorial. El patriarcado y el sexismo no ceden sus plazas sino al cabo de batallas culturales y políticas muy profundas. Lo que domina es la desigualdad, acentuada en las clases populares.

-La violencia hacia las mujeres y el derecho al aborto son cuestiones que el feminismo lamenta no haber logrado resolver. ¿Piensa que el hecho de que haya una mayoría de hombres en el Congreso hace soslayar problemas que preocupan fundamentalmente a las mujeres?

-Al feminismo no le toca resolver la violencia, eso es asunto de toda la sociedad, como lo vemos en el caso de las jóvenes de Ciudad Juárez y en las estadísticas monstruosas de la violencia intradoméstica. La fuerza física es el primero y el último de los argumentos del machismo. En cuanto a lo que sucede con la mayoría en el Congreso, allí lo que priva es un prejuicio: si se combate la ignorancia se pierde la pureza de la política, y en ese sentido hay un buen número de diputadas que todavía dicen, como si fuera gracioso o independentista: "yo soy fémina, no feminista". Luego confunden el oportunismo con la conciencia de culpa y lanzan declaraciones...

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