El laberinto de la transparencia

AutorMarco Antonio Martínez

¡No hay, no hay!

"El hermetismo es un recurso de nuestro recelo y desconfianza. Muestra que instintivamente consideramos peligroso al medio que nos rodea".

Octavio Paz

Decir que "no existe" o "no hay" se han vuelto las justificaciones más socorridas para algunas de las dependencias federales a la hora de responder a las solicitudes de información pública. Saben que en sus archivos están los datos requeridos. Saben y reconocen que otras dependencias no podrían dar los que son exclusivos de su competencia administrativa. Lo saben. Pero prefieren negar la información.

Un botón de muestra:

Un derechohabiente del Instituto Mexicano del Seguro Social, pensionado desde 1991, pidió una copia certificada de su incapacidad. Para obtenerla, la solicitó el 9 de febrero del año pasado a la Unidad de Enlace del Seguro Social.

El IMSS le contestó 30 días después, escuetamente, que no encontró el documento: "nos permitimos notificarle que una vez que se realizó una búsqueda exhaustiva de la información requerida, no se localizaron los datos", se argumentó.

El ex trabajador, originario de Chihuahua, tuvo que recurrir al Instituto Federal de Acceso a la Información. La máxima instancia que vigila la aplicación de la ley de trasparencia pública tuvo que obligar al IMSS a encontrar el documento en Chihuahua y así el derechohabiente consiguió el documento que había solicitado. Pasaron 126 días para que pudiera obtener una copia certificada de su incapacidad.

La negativa del IMSS a brindar información parece costumbre. Desde junio de 2003, esa dependencia ocupa el primer lugar de todas las entidades federativas, con 141 casos, en rechazar las solicitudes de información por considerarlas en "reserva". Es decir, aquellos datos protegidos por resguardo y protección de terceros. También ocupa el tercer lugar en negar tras argumentar que la "información no existe", con 96 casos.

Juan Manuel Amador Leal, encargado de la Unidad de Enlace del IMSS, advierte:

"En primer lugar, somos una de las dependencias con más solicitudes, al grado que este año ocupamos el primer lugar. Como sabrás, manejamos expedientes clínicos y son millones. Entonces, hay mucha información de personas", reclama.

Para María Marván Laborde, comisionada presidenta del IFAI, la declaración de "inexistencia" constituye una de las excusas más comunes entre las dependencias públicas a la hora de ofrecer la información:

"La manifestación de resistencia que tenemos claramente identificada tiene que ver con la declaración de inexistencia de la información, paradójicamente esta última es más difícil de combatir. A final de cuentas, esta ley lo que hace es administrar documentos, si de manera sistemática estos se declaran formalmente inexistentes se pone en riesgo el derecho mismo de acceso a la información", manifiesta.

Otro botón de muestra:

La Secretaría de la Defensa Nacional recibió en abril pasado una solicitud para que informara sobre los cursos en el extranjero que reciben los miembros del Ejército en tareas de seguridad pública e investigación. La Sedena respondió "que la información que solicita no existe". Un argumento recurrente de esta secretaría, que ocupa el quinto lugar en declaraciones de inexistencia, con 53 casos.

Inconforme con la respuesta, la persona que solicitó la información recurrió al IFAI y presentó pruebas para demostrar que miembros del Ejército habían recibido cursos en el extranjero, según constaba en declaraciones públicas de miembros de la milicia. Al final, la Sedena debió entregar la información declarada en un principio "inexistente".

Con este caso, Defensa Nacional sumó 65 recursos de revisión presentados por solicitantes inconformes, y en 33 de ellos, el IFAI le ordenó abrir la información.

En un fax enviado por el general Efrén Martínez Guzmán, titular de la Unidad de Enlace de la Sedena, se argumentó: "En las respuestas otorgadas se han preservado los aspectos de seguridad que puedan afectar el cumplimiento de las misiones generales del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, relacionadas con la defensa exterior y seguridad interior de la Federación, así como la información confidencial y aquella que expresamente tutelan otros ordenamientos jurídicos.

Juan Pablo Guerrero Amparán, uno de los cinco comisionados del IFAI, llama la atención sobre la dependencias con mayores recelos para ofrecer información:

"Las áreas dedicadas a la seguridad, la procuración de justicia y de la hacienda gubernamental -tradicionalmente las más cerradas o proclives al uso patrimonial de la información- han sido las más celosas".

Y advierte de la urgencia de regular el registro documental del gobierno:

"El resguardo de los archivos del gobierno federal ha sido caótico y discrecional. Sin archivos es imposible contar cómo y por qué toma decisiones el gobierno. Sin memoria institucional no hay rendición de cuentas efectiva. Este desorden ha resultado muy conveniente para funcionarios cuya respuesta preferida actualmente es la declaración de inexistencia de la información y que piensan: si no quiero rendir cuentas, no debo documentar mis acciones. Es urgente regular el registro documental del gobierno para evitar que esto suceda en el futuro".

¿Y yo por qué?

"Plantado en su arisca soledad, espinoso y cortés a un tiempo, todo le sirve para defenderse: el silencio y la palabra, la cortesía y el desprecio, la ironía y la resignación".

Octavio Paz

Además de declarar la "inexistencia de información", las dependencias también pueden pronunciarse como "no competentes" para tramitar un requerimiento informativo. Pueden, por decir algo, señalar que no saben sobre determinados datos, que los desconoce. O, incluso, hacerse las occisas. Pero la ley las obliga a recomendar a los interesados a cuál Unidad de Enlace pueden acudir para obtener la información que requieren.

Y la Secretaría de Hacienda es la "campeona" en declararse incompetente. Así lo muestran las mil 382 respuestas a solicitudes de información que ha dado esa dependencia desde el 2003, con el arranque de la aplicación de la Ley de Transparencia. Se trata de la cifra más alta de todas las entidades de la administración pública federal en declararse no apta para ofrecer información. Es también la secretaría con más solicitudes recibidas, con 3 mil 738 hasta diciembre del año pasado.

Pero cada una de esas solicitudes tiene su historia propia. El año pasado, por ejemplo, Hacienda recibió una solicitud para que informara a dónde se destinaron los recursos ahorrados por las dependencias gubernamentales durante 2003 gracias al programa de austeridad emprendido por el gobierno foxista.

La secretaría respondió que los datos no eran de su competencia y mandó la pelota a la cancha de la Presidencia de la República. Pero en Los Pinos se deshicieron pronto de ese balón y lo regresaron de nuevo a Hacienda.

El IFAI nuevamente intervino, y obligó a Hacienda a entregar la información. Esta había dicho que cada dependencia tenía su propia información sobre los ahorros...

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