Entre lagos y montañas

AutorMagaly Palacios

REFORMA

Puerto Montt.- Majestuosos volcanes nevados coronan un mundo de valles siempre verdes, montañas, cascadas, bosques y aguas de color turquesa que se desvelan ante la mirada del viajero que ha decidido explorar el Cono Sur a través de un fascinante paseo por los lagos andinos, punto de encuentro de dos países hermanos.

A través del Cruce de Lagos, que en esta época de verano austral se realiza en un solo día, es posible internarse en una región que alberga algunos de los escenarios naturales más hermosos del continente y, quizás, del mundo.

El contacto con la naturaleza es inevitable; parques nacionales y reservas ecológicas de Chile y Argentina nos acompañarán durante todo el recorrido por estas tierras del sur.

La travesía por esto que marca el inicio de la Patagonia chileno-argentina comienza en Puerto Montt, Chile, o en San Carlos de Bariloche, Argentina. Ambas son buenas opciones, pero Bariloche como punto final es más recomendable, pues al llegar a este rinconcito argentino resulta inevitable permanecer ahí más de un día.

El punto de partida es pues la ciudad de Puerto Montt -ubicada a unas dos horas de vuelo de Santiago, la capital chilena-, donde se aborda un autobús que lleva al primer punto de embarque no sin antes hacer dos interesantes paradas. La primera es en Puerto Varas, una ciudad que se caracteriza por sus antiguas construcciones de estilo alemán y por encontrarse a orillas del Lago Llanquihue, el primero de los lagos que se ven en este trayecto. Unos kilómetros más adelante se encuentra el Volcán Calbuco y el Parque Nacional Vicente Pérez Rosales, ahí vale la pena tomarse unos minutos para apreciar los Saltos del Petrohué, espectaculares caídas de agua provenientes del Lago Todos los Santos.

Llegamos a Petrohué, desde donde zarpamos para dar comienzo a la aventura por los lagos andinos. Iniciamos una tranquila navegación en catamarán hacia Peulla por el Lago Todos los Santos, conocido también como Lago Esmeralda por el color de sus aguas.

Tierra de gigantes

La abrupta geografía y naturaleza endémica del Parque Nacional Vicente Pérez Rosales abren paso a un mundo de volcanes en el sur de Chile. El primero en cautivar la mirada es el Volcán Osorno, reconocible por sus nieves eternas y su cónica y simétrica figura.

Enseguida se asoma la cima escarpada del Volcán Puntiagudo, y enfrente lucen imponentes los tres picos del Volcán Tronador, que con sus 3 mil 400 metros de altura sobre el nivel del mar es el más elevado de...

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