Larga vida al pan

AutorNayeli Estrada

Somos lo que comemos... y también lo que no. En los anaqueles hay mucha más comida de la que se puede vender, pero al mismo tiempo, según la FAO, 815 millones de personas en el mundo sufren hambre. Este desperdicio cuesta anualmente 2.6 billones de dólares.

Según sus posibilidades, los países desperdician la comida de forma distinta. La sobreproducción es uno de los motivos de las naciones desarrolladas, mientras que en los países pobres, el desperdicio nace por las deficiencias en producción y almacenaje.

"Cuando un país enriquece, acumula más y tiene cada vez más sobrantes; muchos países tienen en sus anaqueles más del 200 por ciento de comida de la que sería necesaria para alimentar a su población", sostiene Tristram Stuart en su texto "Waste: Uncovering the Global Food Scandal".

En México, las cifras tampoco son alentadoras. Según el Banco Mundial, el pan blanco es el segundo alimento en volumen más desperdiciado, sólo después de la tortilla. Cada año se tiran a la basura 2.6 millones de toneladas de pan blanco, equivalentes al 43.1 por ciento del total que se produce.

Es cierto: las cifras son alarmantes. Pero visualizar el problema es el primer paso para solucionarlo, como demostró una exitosa iniciativa del Gobierno de Turquía.

En 2013 se lanzó una campaña de concientización social contra el desperdicio de pan en las doce principales ciudades turcas, que se reforzó con el libro de recetas "Investigación en Turquía Sobre los Residuos de Pan".

"Como resultado de una mayor conciencia pública sobre los desechos, las personas comenzaron a consumir pan con más cuidado", explicó Kayhan Unal, director general de la Turkish Grain Board.

Los resultados fueron abrumadores. En sólo un año, Turquía redujo el desperdicio de pan en un 19 por ciento, además de ahorrar mil 200 millones de dólares, de acuerdo con el reporte Agriculture Outlook 2014- 2023, editado por la OCDE y la FAO.

GRANO A GRANO

Como consumidor, puedes tomar acciones sencillas en casa para frenar el desperdicio de pan. Conservar, congelar o incluir el pan en otras preparaciones, como sopas o ensaladas, son dos formas de hacerlo.

"La forma europea de guardarlo para su consumo a corto plazo es en bolsas de lino, aunque cualquier variedad de tela puede funcionar", afirma Irma Mariana Torres, especialista panadera.

La conservación es clave para darle una segunda vida al pan. De acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, la refrigeración a 4.4 °C retrasa el...

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