Legislación sin rumbo
| Autor | Ivonne Melgar |
Paulina, de 14 años de edad, tendrá hoy por cesárea un hijo, producto de una violación. Desde Mexicali, su caso revive la polémica sobre el aborto en México, pues aunque ella y su madre consiguieron el permiso legal para la interrupción del embarazo, autoridades médicas, judiciales y religiosas de la entidad se opusieron a cumplirlo.
'El médico va por la vida'
Quiero tocar dos aspectos: Paulina como persona humana y el bebé como persona humana. Y a quien aún no se ha mencionado, el violador, al que debería aplicarse todo el rigor de la ley. Nuestros Ministerios Públicos deberían ser más estrictos en buscar al culpable y obligarlo a pagar su culpa.
Pero también tenemos una Constitución que protege el derecho a la vida de cualquier persona y un Código Civil que protege al producto de la concepción desde antes de nacer y en el Código Penal -en este caso- no es punible el aborto por violación pero tampoco es legal, y al no serlo, los procedimientos penales son diferentes.
Y en cuanto al papel de los servicios de salud, el médico va por la vida, siempre. Sería muy raro encontrarnos uno que esté dispuesto a hacer tanto abortos como eutanasias. Ellos están en su derecho de ejercer su objeción de conciencia, y en Mexicali ejercieron ese derecho.
¿Realmente estaba tan desesperada Paulina por abortar o fue una primera reacción? ¿Qué le va a hacer más daño: abortar o dar a luz a una persona inocente?
Un reporte de un estudio que se hizo a mujeres violadas muestra que la mayoría de las que dieron a luz dicen que es mejor esta opción. Muchas lo dieron en adopción, otras no. Y de las que abortaron muchas dicen que tuvieron que enfrentar dos problemas traumáticos: el acto de abuso sexual y el aborto.
Un 46 por ciento dice que lo hizo bajo presión de familiares o médicos, porque ellas no lo tenían contemplado.
Lourdes González Lebrija, activista del voluntariado y secretaria general del Grupo Interdisciplinario de Estudios sobre la Mujer A.C.
Estado laico violentado
En Baja California se violó la ley, puesto que en todos los estados el aborto no es penalizado si es producto de una violación. Los funcionarios públicos de la entidad que intervinieron en el caso de Paulina (el director del hospital público, el Ministerio Público, el Procurador) abusaron de su autoridad, quebrantaron la ley y pusieron por delante sus creencias religiosas y morales frente al aborto, olvidando su responsabilidad pública, regida por una ley de un Estado laico, donde hay una...
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