La República de las Letras

AutorHumberto Musacchio

Más, en torno a la consulta cultural

Benjamín Romero Duarte, promotor de iniciativas culturales y duro crítico de los funcionarios tanto del Conaculta como del Instituto de Cultura del Distrito Federal, escribió al Presidente electo una carta en la que, con una salvedad que veremos más adelante, se congratula por la consulta de Letras Libres, misma que anunciara el mismo Vicente Fox en la sala Ponce de Bellas Artes. En la misiva, Duarte señala que al parecer se pretende dejar como esta al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y propone que se agregue una pregunta que debe decir: "¿Está usted a favor de Conaculta (a pesar de su irregularidad jurídica) o de una Secretaría de la Cultura?" Para el firmante, "lo que ya no quiere la comunidad cultural (es) que repitan los funcionarios de siempre en otras comisiones (y en consecuencia se perpetúe el mismo grupo que ha monopolizado el poder cultural en México". Acerca de Letras Libres, Duarte agrega: "El hecho de que sólo una revista encabece la consulta y sus encuestas crea sospechas inmediatamente, ya que se está privilegiando a su director, a pesar de que el Sr. Krauze haya manifestado que no va a participar en el futuro gobierno, lo cual no quita que su grupo pudiera ser beneficiado y hasta reconocido". Por último, Duarte se queja de que él y su grupo no han sido recibidos por Sari Bermúdez, pese a que hace más de tres meses le pidieron audiencia.

¿Consejo Nacional o Secretaría de Cultura?

Parece ocioso discutir qué es mejor, si crear una secretaría de cultura o dejar tal como está el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. La principal objeción que se pone al CNCA es que, a diferencia de Bellas Artes o el INAH, creados por una ley debidamente aprobada por el Congreso de la Unión y promulgada por la Presidencia de la República, el Conaculta es hijo de un decreto presidencial sin aval de otro poder. Elevar el Consejo a rango ministerial requiere de una reforma a la Ley de Secretarías de Estado, y al margen de las ventajas y problemas que acarrearía la mudanza jurídica, se levanta el escollo insalvable de las realidades políticas. Para reformar la citada Ley, Vicente Fox tendría que cabildear con las principales fuerzas de oposición y efectuar una desgastante negociación en la que no sería prudente enfrascarse cuando hay tantos y tan arduos asuntos que requieren de urgente solución. No veremos el nacimiento de una secretaría cultural, no al menos en los tres primeros años del mandato...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR