La República de las Letras

AutorHumberto Musacchio

La Universidad y su 450 aniversario

La Universidad de México cumplió 450 años, o no los cumplió, según se vea el asunto. La Universidad Nacional de México, establecida por Justo Sierra en 1910, es y no es heredera de la Real y Pontificia Universidad de México, creada por cédula real del 21 de septiembre de 1551, aunque su inauguración ocurrió dos años después. Se cumplen, pues, cuatro siglos y medio de la orden de erección del principal instituto educativo de la Nueva España. Lo curioso es que el propio Sierra, para convencer a los políticos de su tiempo y vencer las resistencias positivistas, insistió en que la nueva universidad no sería heredera de la institución colonial, lo que fue cierto, pero sólo parcialmente. La vieja Universidad, a la que los liberales combatieron por inútil, perniciosa e irreformable, fue cerrada en definitiva por Maximiliano en 1865, cuando ya no era ni la sombra de lo que había sido, que por lo demás nunca fue demasiado, pues la ciencia siempre fue mal vista, desconfiable y combatida. La tradición de nutrir la burocracia con licenciados (en derecho) es una herencia de aquella Universidad, que los producía por montones y preparaba algunos filósofos, muchos teólogos, médicos que no eran cirujanos y licenciados y maestros en "artes", curiosa mescolanza de retórica, astrología y física. Por eso la nueva institución inició sus labores el 22 de septiembre de 1910 "despojada de toda reliquia escolástica, de toda filosofía de rutina" como la que había hundido a la universidad virreinal.

La UNAM, una institución nueva

Al crearse la Universidad Nacional de México, que sería "autónoma" hasta después de la huelga de 1929, la herencia que recibió de la Real y Pontificia comprendía unos cuantos bienes materiales y algunos intangibles. Pero las nuevas escuelas no tenían parentesco con las que tuvo la Real y Pontificia o lo tenían tan lejano que era difícil precisarlo. Por ejemplo, la Escuela de Ingenieros tuvo como antecedente el Real Colegio de Minas, que se creó y vivió siempre al margen de la vieja Universidad. Lo mismo ocurrió con la Academia de San Carlos, donde se impartía, entre otras, la carrera de arquitectura. Estos dos centros de enseñanza fueron creaciones del absolutismo ilustrado, ajenas a la antigua Universidad, al igual que el Real Colegio de Cirujanos, que en 1834 desapareció para dar paso al Establecimiento de Ciencias Médicas, antecedente directo de la actual Facultad de Medicina. La casa abierta por Justo...

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