Adiós a los libros

AutorErika P. Bucio

Antes de desprenderse de su biblioteca o de libros que ya no puede conservar, pregúntese: ¿Cuáles desearía atesorar?, ¿a quién podría regalarlos?

El consejo de libreros y bibliotecarios es intentar primero acomodar esos libros entre amigos y lectores que sepan apreciarlos. Sobre todo si poseen un valor afectivo, aunque no tengan importancia bibliográfica. Dejar de ver su colección con los ojos del dinero.

"Lo que se paga (por un libro), no se equipara con el afecto por el objeto", señala el librero Jorge Sanabria, propietario de Gráfica La Estampa.

Si opta por vender o subastar, debe saber que no toda su colección posee un valor comercial o bibliográfico. En promedio, sólo un 10 por ciento de una biblioteca de mil volúmenes, formada por una persona culta, puede ser del interés de los coleccionistas.

"El 90 por ciento de la gente piensa que todos los libros antiguos son buenos, llegan con la creencia de que les darán mil pesos por cada libro de su abuelito", expone Agustín Jiménez, fundador de La Torre de Lulio.

Hay libreros de viejo que tienen por norma comprar bibliotecas a 10 pesos por libro. Su oferta es al contado y, de paso, ofrecen al cliente "librarlo del estorbo".

Jiménez cada vez compra menos libros. En su local de Ozuluama 24, exhibe 20 mil libros. En bodega, guarda otros 200 mil. Mantener una bodega cuesta caro. Prefiere elegir por pieza, 20 libros, por ejemplo, que pueden ser de un acervo de 500, y pagar mil pesos.

"¿Quieres que también te compre lo otro? Ofrezco por todo eso a 5 pesos por libro. ¿Qué hago luego? Dono a instituciones, gente de la tercera edad. Eso no lo hace nadie. Lo ideal es que el buen libro circule", añade Jiménez.

Un librero no compra a precio tope sino al 30 por ciento del valor comercial, explica el propietario de La Torre de Lulio. Si vale 100 pesos en el mercado, lo compras en 30 pesos. Un 30 por ciento corresponde al valor del libro, 30 por ciento de comercialización y 30 por ciento de ganancia.

Pero hay materiales que nadie querrá llevarse, como libros de texto o enciclopedias. En este caso, el destino es la venta al "kilo". Por cada kilo de papel se paga 1.40 pesos, así que por una enciclopedia de 20 kilos, conseguirá apenas 28 pesos.

Sanabria, quien tuvo entre sus clientes al escritor Carlos Monsiváis, no compra bibliotecas completas, elige lotes de 20 libros y ofrece.

La recomendación de Sanabria, cuya especialidad es el arte gráfico, caricatura, fotografía e historia de México, es que si posee o...

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