Los límites del presidencialismo

AutorDaniela Rea Gómez

El próximo presidente de la República tendrá poco margen de maniobra para llevar a cabo sus promesas de campaña. Su voluntad no será suficiente.

"No tendrá libertad irrestricta para imponer su proyecto de nación. Por el contrario, encontrará un conjunto de limitaciones porque vivimos en un sistema de división de poderes", advierte María Amparo Casar, doctora en ciencias políticas y sociales por la Universidad de Cambridge.

Estas limitaciones serán tanto económicas como políticas e internacionales. En el área económica el margen de acción del nuevo habitante de Los Pinos estará limitado por el presupuesto federal, los mercados nacionales e internacionales y el marco legal, específicamente la nueva Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, según Raúl Feliz Ortiz y Fausto Hernández Trillo, ambos especialistas del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).

En el área política el Congreso, los gobernadores y los sindicatos condicionarán su plan de desarrollo, de acuerdo con María Amparo Casar.

Y en el área internacional la reforma migratoria de Estados Unidos y la liberación del capítulo del maíz y frijol del Tratado de Libre Comercio en el 2008, influirán en las condiciones sociales y económicas del país, aunque la última palabra no la tenga el gobierno mexicano, según Gustavo Iruegas, ex subsecretario para América Latina y el Caribe.

A fin de cuentas, el Ejecutivo no tendrá manos libres para gobernar. "Los presidentes en México no cuentan con el poder que siempre se creyó, tienen muchas menos facultades de las que pensamos durante mucho tiempo. Incluso, comparado con América Latina, el nuestro no es un Presidente poderoso en términos de las atribuciones que le da la Constitución", apunta Casar.

Margen económico

El margen de maniobra que tendrá el presidente de la República en cuestión económica estará limitado por el Presupuesto de Egresos de la Federación, las condiciones de los mercados nacionales e internacionales y el marco legal, como por la nueva Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, publicada el 30 de marzo de este año, de acuerdo con los especialistas del CIDE Raúl Feliz Ortiz y Fausto Hernández Trillo.

Presupuesto

De los casi 2 billones de pesos en que se calcula el presupuesto federal para el 2007, el próximo presidente de la República sólo podrá disponer de 13 por ciento de ese total, es decir 260 mil millones de pesos, según estimaciones basadas en los presupuestos del 2003, 2004 y 2005 de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), elaboradas por el Centro de Análisis de Reforma.

El resto, 1 billón 740 mil millones de pesos, será dinero fuera del alcance del Ejecutivo porque corresponde a los recursos etiquetados, es decir, al gasto programado.

De acuerdo con esas estimaciones, este gasto irreductible que corresponde al 87 por ciento del presupuesto federal será distribuido de la siguiente manera: el 45 por ciento para el pago de servicios personales (salarios de maestros, médicos, miembros del Ejército y policías), el 13.8 por ciento para pensiones y jubilaciones, el 6.7 por ciento para subsidios, el 6.4 por ciento para el pago de Proyectos de Impacto Diferido del Gasto (Pidiregas), 2 por ciento para organismos autónomos (IFE y poderes Judicial y Legislativo) y el 14.6 por ciento restante del presupuesto federal está destinado a tribunales federales, obra pública, medicamentos del Sector Salud, auditoría de la gestión pública, programas de impacto social, Procuraduría General de la República y las secretarías de la Defensa, Marina y Seguridad Pública.

Doctor en Economía por la Universidad de Harvard, Fausto Hernández Trillo advierte...

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