¿Por qué se les llama así?

AutorJuan Carlos Molina

Hay destinos que, más allá de su nombre oficial, adquieren apodos que encapsulan aspectos primordiales de su espíritu, ubicación o historia. Ejemplos de ello son Las Vegas (La Ciudad del Pecado), Budapest (La Perla del Danubio) y Praga (La Ciudad de las Cien Torres).

En otros casos, el origen de estos sobrenombres no es inmediatamente evidente ni tan difundido. Por ejemplo, aunque París es ampliamente conocida como la Ciudad Luz, puede sorprender el enterarse que inicialmente, se le llamó así porque fue una de las primeras urbes en Europa en tener iluminación con gas.

En tanto, Roma, La Ciudad Eterna, fue descrita como tal por el poeta Tibulo en el 1 siglo a.C., en alusión al poder e influencia que tenía el Imperio Romano. Y si bien éste no duró por siempre, la capital italiana sí que ha continuado haciendo honor a la descripción.

También hay ejemplos más cercanos y recientes. La ciudad de Nueva York es conocida como la Gran Manzana, sobrenombre que tiene su origen en las carreras de caballos que se realizaban durante la década de los 20. Se cuenta que los ayudantes de establos utilizaban este...

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