Llega Saramago frío al escenario

AutorÉrika P. Buzio

Enviada

GUADALAJARA.- El Nobel portugués José Saramago confesó que subirá esta noche al escenario del Teatro Diana con la "sangre fría" para la lectura que ofrecerá con el actor Gael García Bernal de su novela Las intermitencias de la muerte.

Aunque Saramago (Azinhaga, 1922) no es ajeno al mundo del teatro, con cinco obras escritas y representadas -como A noite, In nómine Dei y Que farei com este livro-, no le entusiasma convertirse en actor.

"No me sentiré actor al subir al escenario, sino cuando baje", dijo. "Yo no soy el que debería estar ahí; no soy actor".

Saramago rechazó seguir los pasos del escritor Mario Vargas Llosa, quien en la pasada edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara debutó como actor, también en el Teatro Diana, con el espectáculo La verdad de las mentiras, basado en su libro de ensayos homónimo, al lado de la actriz española Aitana Sánchez-Gijón.

"En el caso de Vargas Llosa, de cuanto alcancé a ver, se ha arriesgado a la representación; yo estaré sentado leyendo", afirmó el Nobel.

Aunque ha pisado incontables veces la escena para dictar confe- rencias o hablar de su obra, Saramago no negó la emoción que le produce participar por primera vez en la lectura dramatizada de una de sus novelas.

"He subido muchísimas veces al escenario, y lo hago con bastante sangre fría, no me pongo nervioso, pero eso era hasta ahora. Mañana (hoy) ya se verá si hay algún cambio... pero quizá no, sobre todo porque cuento con la lectura de un magnífico actor que es Gael y le acompañaré con placer.

"De todos modos, hay una emoción porque es la primera vez que se arma una lectura dramática (con mi obra)", añadió.

Durante una hora, el Nobel portugués dará lectura a fragmentos de la novela, seleccionados por su esposa y traductora al español, Pilar del Río, y el director de escena Antonio Castro.

"A Saramago no le gusta ver el rostro de sus personajes, por eso no vamos a representar las escenas sino a evocar el mundo de la novela. No nos proponemos hacer una puesta en escena sino una lectura escenificada", explicó Castro, director de obras como 1822, el año que fuimos imperio.

"Se van a sentar a leer", insistió. "Hay una iluminación y una escenografía, pero lo importante es provocar imaginativamente al espectador".

En Las intermitencias de la muerte, Saramago narra cómo en un país, cuyo nombre jamás revela, la gente deja de morir y su destino es la vejez eterna.

"Necesitamos la muerte para...

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