Llevan a Francia 'necrofilia mexicana'
| Autor | Mónica Delgado |
REFORMA/Francia
PARIS.- Ahora en París, como ya lo hizo el año pasado en Nueva York, la artista mexicana Teresa Margolles expone sola y sin el nombre del colectivo Semefo. La sede de la Galería Palix, que se ubica en el barrio de la Bastilla de esta capital, exhibe a partir del fin de semana pasado una muestra de su más reciente trabajo, realizado en Cuba durante la Bienal de Arte Contemporáneo, así como una serie de autorretratos.
"En Nueva York, como era la primera vez, la experiencia de exponer sola fue terrible, pero aquí, en París, ya estoy más tranquila", dijo la artista, que fundó y durante 10 años fue el eje impulsor de Semefo, controvertido grupo del arte contemporáneo mexicano que tiene por tema de trabajo la muerte.
A la luz del día, en la sala que se ubica en la entrada de la galería Palix, un monitor atrae la atención del visitante. En el video se observa La Habana, sus calles y su gente, que fueron cómplices en esta creación que Margolles presenta por primera vez al público.
Desde México viajó con dos frascos de grasa humana recuperada en los locales de la morgue del Distrito Federal, su acostumbrado terreno de exploración. Mientras el pleno de la Bienal festejaba en el último piso de un edificio del barrio de El Vedado, la artista cruzó la calle y abordó a un adolescente que salía de su escuela. Le mostró los frascos, le dijo lo que contenían y le explicó que con ese ingrediente quería "resanar las heridas de la ciudad de La Habana".
El muchacho aceptó y Teresa Margolles tomó su cámara de video. Durante dos horas y media, este joven aplicó el producto sobre las grietas abiertas del muro de su escuela. Lo hizo con una delicadeza y un detalle que sorprenden, como si hubiera estado sanando las cicatrices de un ser querido, como si calmara sus propios dolores a través de este acto artístico que le valió tres intervenciones policiacas más o menos autoritarias.
El chico no sufrió; Teresa Margolles estaba ahí. Sudó mucho por el clima y por el valor que le requirió efectuar este acto tan inusual en las calles de La Habana. Ahora seguirá trabajando con la artista mexicana, quien cuenta que regresará a la isla para realizar otros cuatro trabajos en esa capital.
Después de este viaje al trópico, la galería Palix invita a visitar el piso inferior. Una escalera en caracol, muros blancos y fríos con cuatro enormes fotografías a color. En ellas, Teresa Margolles posa al lado de cuerpos heridos y mutilados. Hombres, mujeres y niños que...
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