Llevan a Praga sabor mexicano

AutorFernando de Ita

Con la muestra De dulce, de chile y de manteca, 14 escenógrafos y vestuaristas mexicanos participarán en la Cuadrienal de Praga, en la cual artistas de 60 países festejarán del 14 al 24 de junio los 40 años de esta exhibición, la más importante del mundo en diseño para la escena.

Jorge Ballina, curador del Pabellón Azteca, comentó que gracias a las medallas de oro que ganaron en el World Stage Design de Toronto 2005 Philippe Amand, Mónica Raya y él mismo, el comité organizador de la cuadrienal mostró gran interés porque México tuviera un lugar destacado en la reunión de este año.

Con el apoyo de la SRE, Conaculta y el INBA, se eligieron los trabajos de cuatro escenógrafos y dos vestuaristas de reconocida trayectoria, Alejandro Luna, Philippe Amand, Jorge Ballina, Mónica Raya, María y Tolita Figueroa, y se abrió una convocatoria a nivel nacional en la que se presentaron 100 diseños para la escena.

El jurado, compuesto por los artistas mencionados más el director Martín Acosta, seleccionó los diseños escenográficos de Jesús Hernández, Sergio Villegas, Claudio Valdés Kuri e Igor Lozada, y los vestuarios de Cordelia Dvorák, Humberto Spíndola, Jerildy López Bosch y Eloise Kazan.

Después de ver los 27 diseños de escenografía y vestuario que componen la exhibición, se entiende que la muestra mexicana se llame De dulce, de chile y de manteca.

"El diseño escénico mexicano, como el teatro mexicano mismo, es de chile, de dulce y de manteca", se lee en el folleto de presentación. "Es diverso y ecléctico. Como la variedad de platillos mexicanos, cada trabajo sabe diferente. ¿Cómo buscar nuestra propia identidad si el trabajo de cada uno de nosotros es completamente diferente al del otro y si hasta nuestro propio trabajo varía mucho de una obra a otra? ¿Cómo encontrar una tendencia en común si no estamos seguros de tener una como artistas individuales? Cada trabajo tiene su sabor, color, forma y tamaño".

Ciertamente, la diversidad es el común denominador de los diseños escenográficos, pero hay un referente histórico en esta muestra que nos permite situar esas diferencias: Alejandro Luna. Philippe Amand (1965) y Jorge Ballina (1968) son discípulos del maestro de Coyoacán a la vieja usanza de practicante y aprendiz, de maestro y alumno. Ballina se licenció en arquitectura para ser escenógrafo; Amand se especializó en computación para virtualizar su oficio. Mónica Raya (1965) estudió en la Universidad de Yale, abriendo la puerta de estudios en el extranjero...

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