Luces de la ciudad / Calabacitas tiernas

AutorGuadalupe Loaeza

Ahora que nos hemos acordado tanto de Acapulco, no podíamos dejar de traer a la memoria las películas de Tin Tan. Sí, nada menos que a Germán Valdés (1915-1973), el espléndido cómico que hizo tantas y tan geniales cintas como El rey del barrio, Simbad el mareado, El ceniciento y La marca del zorrillo, entre muchas otras. Como recordábamos hace apenas unos días, Tin Tan iba cada fin de semana a Acapulco, en donde tenía su famoso yate Tintavento, en el que paseaba con su esposa, Rosalía, y con sus hijos. Por desgracia, ese yate se quemó. Más adelante, tuvo un segundo Tintavento, que se estrelló contra el kiosco de la plaza un día que hubo tornado. Y, finalmente, el último yate con este nombre se hundió.

Después de ver sus películas, de observarlo bailar mambo con Vitola y rumba con Amalia Aguilar, y de escucharlo cantar maravillosamente boleros como Piel canela, Personalidad y Nosotros, que le lleva de serenata a Silvia Pinal en El rey del barrio, nos preguntamos ¿cuál era el mejor talento de Tin Tan?, ¿qué era lo que más disfrutaba? Era tan talentoso que casi podemos decir que era lo mismo un gran bailarín que un destacado crooner, además de un imitador increíble. A Tin Tan le encantaba hacer la voz de Agustín Lara. Dicen que en una ocasión, cuando vivía en Ciudad Juárez y trabajaba en una pequeña estación de radio, la XEJ, le pidieron que probara el micrófono. Entonces comenzó a hacer la voz del músico poeta con tanta fidelidad, que los técnicos pensaron que se trataba de un disco. Desde entonces, Germán tuvo su programa en el que imitaba a Lara, el cual se llamaba Tin Tin Laralá.

Mientras vivió en Ciudad Juárez conoció tan bien a los pachucos que podía imitar su forma de expresarse de una manera asombrosa, y tenía una creatividad increíble para improvisar juegos con el lenguaje. Como dice Carlos Monsiváis en su texto Ahí está el detalle: el cine y el habla popular: "Tin Tan es notable por su frescura y su fluidez, y por pregonar un vocabulario que todavía hoy circula, gracias al poder de contaminación de un habla que es, en sí misma, un proceso de adaptación a nuevos ámbitos. El 'jaleo' por el trabajo, 'cantón' por casa, 'ya shántala' de chant, 'no forgetees a tus relativos' por no olvides a tus parientes, 'alivianarse' por animarse, 'nel' por no, y así sucesivamente".

En cuanto a la pertenencia de Tin Tan, podemos decir que lo mismo se sentía feliz en Acapulco con su yate, que en la Ciudad de México; asimismo, se sentía perfectamente en...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR