Luces de la ciudad / La gran ilusión

AutorGuadalupe Loaeza

Hoy hablaremos de un filme que vi hace muchos años, durante una proyección en el IFAL. Se trata de una cinta de culto por los años 60. Estoy segura de que la vieron Carlos Monsiváis y Carlos Fuentes, y muchos otros escritores de entonces, y que la comentaron y que asimismo quedaron impresionados por la belleza de sus escenas y de las historias que cuenta. Fuentes, en su libro En esto creo, dice que quizá esta cinta a la que nos referiremos merezca tanto los laureles con que se ha investido a la película El ciudadano Kane, de Orson Welles.

Aunque fue filmada en 1937, ciertamente se fue haciendo cada vez más popular hasta que fue redescubierta por los editores de la revista Cahiers du Cinéma. Me refiero a La gran ilusión (La Grande Illusion, 1937), del maravilloso director Jean Renoir (1894-1979). Dicen que sus películas siempre han fascinado a todos los públicos, pero curiosamente fue hasta los años 60 cuando comenzaron a ser realmente valoradas.

Pasaron muchos años antes de que volviera a ver la cinta en la que se cuenta la historia de unos soldados franceses de la Primera Guerra Mundial que son capturados por el ejército alemán. Entonces me volví a emocionar con sus vidas. "Qué bonito ver cómo, a pesar de la guerra, los soldados de países enemigos puedan hacer una amistad tan estrecha", me decía entonces. Hace unos días volví a ver La gran ilusión, y mientras veía cómo el capitán alemán Von Rauffenstein se iba encariñando con sus prisioneros franceses, me preguntaba: "¿Cuál será la reacción de las nuevas generaciones frente a esta cinta?, ¿se les hará una cinta conmovedora o convencional?, ¿les resultará verosímil una historia de amistad en medio de la guerra?". Hay que decir que en La gran ilusión no hay prácticamente escenas bélicas. Casi podría pensarse que la cinta no transcurre en medio de la guerra, pues los soldados son personajes agradables, corteses, pero sobre todo muy amistosos. Por esta causa se decía que Renoir filmaba sobre todo el alma de sus personajes.

Hay que decir que La gran ilusión se filmó poco antes de que comenzara la Segunda Guerra Mundial, es decir, en un momento de gran tensión. Cuando el público vio por primera vez esta cinta se emocionó tanto con el mensaje de paz, que volvía a verla con mucha emoción. En Nueva York, por ejemplo, la cinta estuvo más de seis meses; naturalmente, fue prohibida en Alemania e Italia. El presidente Roosevelt, luego de ir a verla, dijo a la prensa: "Todos los demócratas tienen que...

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