Luces de la ciudad / Juegos prohibidos

AutorGuadalupe Loaeza

Permítanme que hoy comience nuestra columna Luces de la ciudad refiriéndome a una bellísima pieza musical que proviene de Lorca, un pequeño municipio al sur de España, en la región de Murcia. Se trata de un Estudio en Mi para guitarra que compuso un músico del siglo 19, Antonio Rubira, quien tocaba la guitarra de una manera tan extraordinaria que hipnotizaba a quienes lo escuchaban. En Lorca se decía que Rubira tenía un don sobrenatural que le permitía tocar así la guitarra. En esa ciudad existe el manuscrito del Estudio en Mi, también conocido como Romance anónimo. Esta pieza se volvió muy popular no sólo en España, sino en América, porque se cree que Rubira viajó a Argentina, en donde se dedicó a dar clases de guitarra. Muchos años después, otro gran músico lorquino, nada menos que Narciso Yepes (1927-1997), descubrió una copia del Romance anónimo y decidió hacer un arreglo para guitarra.

Curiosamente, Yepes encontró este manuscrito en un momento muy importante de su vida. Cierto día en París, mientras caminaba por el Sena, escuchó una voz que le preguntaba: "¿Qué estás haciendo?". Nunca, hasta ese día de 1951, había pensado en la religión. Tenía 25 años y nunca había ido a una misa ni le importaba el tema... Fue por entonces que terminó el arreglo del Romance anónimo para la nueva película de René Clément, un joven director francés. Le gustó tanto la música que decidió utilizar solamente la guitarra de Yepes y su versión del Romance para musicalizar toda la película. Tres años antes, el director Carol Reed había musicalizado El tercer hombre con una sola melodía, así que los amigos de Clément le sugerían que no repitiera la fórmula porque podía tener resultados caóticos. Tan maravillado estaba con la melancólica melodía de Yepes que decidió que sólo los arpegios de la pieza sonaran en toda la cinta.

Llama la atención que la música compuesta por un recién "convertido" fuera utilizada en una película que mira la religión con una gran distancia irónica. Sí, la cinta de Clément, Juegos prohibidos (Jeux Interdits, 1952), contaba la historia de dos niños, Paulette (Brigitte Fossey) y Michel (Georges Poujouly), que hacen amistad en medio de la invasión nazi a Francia. Pero la cinta no aborda el tema con mirada de horror... Gracias a que los protagonistas son niños, la guerra es apenas un motivo lejano. Acerca del papel que juega la guitarra de Yepes en Juegos prohibidos, dice Michel Chion, en su libro La música en el cine (Paidós, 1997), que se...

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