Luces de la ciudad / El padrino

AutorGuadalupe Loaeza

Se cuenta que Mario Puzo (1920-1999) escribió la novela El padrino solamente con la intención de salir de apuros económicos, ya que su afición por el juego lo había arruinado. Su intención era fundamentalmente contar la historia de una familia italiana en Estados Unidos, una historia que conocía muy bien. Además, ni siquiera se dedicó a investigar profundamente a la mafia, sino que todo lo sacó de sus lecturas. Pero no imaginaba que su historia vendería más de 20 millones de libros a lo largo de los años. El escándalo fue tan grande que la verdadera mafia amenazó a Puzo e, incluso, Frank Sinatra lo amenazó cuando se encontró con el novelista en un restaurante. Se dice que Sinatra estaba furioso porque en El padrino se cuenta la historia de Johnny Fontane, un cantante que no puede conseguir un papel para una película puesto que su carrera estaba comenzando a decaer, pero gracias a Don Corleone, puede obtenerlo. Los enviados del Padrino cortan la cabeza del caballo del productor de la película y se la ponen en la cama. Se supone que esta historia está inspirada en la manera en que Sinatra consiguió su papel para De aquí a la eternidad, según cuenta Tim Adler en Hollywood y la mafia (Robinbook, 2007).

Curiosamente, la palabra "padrino" no se usaba entre la mafia, pero a partir de entonces los mafiosos comenzaron a llamarse "padrinos" entre sí. Y besar el anillo de un líder era una costumbre casi en desuso, pero que la cinta volvió a poner de moda.

Apenas llegó la novela a manos del productor Robert Evans, no pudo dejar de pensar en la historia, en que el padre de esa familia, Don Corleone, sería un personaje maravilloso. Desde que Puzo vio la posibilidad de que su novela fuera adaptada al cine, pensó que el único actor que podía encarnar a su entrañable personaje era Marlon Brando, así es que decidió hablarle por teléfono y proponérselo. "No soy un padrino de la mafia", le respondió con mucha suspicacia el futuro Don Corleone. No obstante, su asistente Alice Marchak comenzó a leer la novela, y conforme avanzaba en su lectura, más se convencía de que Brando debería de ser "el padrino". Durante semanas, Alice le suplicó que leyera la novela para convencerse de su calidad. "¿Pero te das cuenta de lo que pides? ¡Yo no voy a ensalzar a la mafia!", respondía el actor. Pero, finalmente, un día, Brando llegó con un bigotito fino dibujado y le preguntó: "¿Qué tal me veo?".

En la Paramount tampoco querían que Brando interpretara a Don Corleone, pues les...

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