El lugar de las mujeres

AutorGilberto Rincón Gallardo

La discriminación es una conducta sistemática de limitación de oportunidades y de bloqueo del acceso a derechos y libertades a quienes pertenecen a un grupo social estigmatizado.

La discriminación es esencialmente injusta e inequitativa, pues pone a quienes la sufren en una situación de desventaja inmerecida frente a los demás. Así, la discriminación hace más difícil para ciertos grupos la obtención de una aceptable calidad de vida y un acceso real a los derechos y las oportunidades.

Quien discrimina vive el acto discriminatorio como parte de su sistema de valores y de su manera de concebir su lugar en la vida social para conducirse en ella de manera funcional. Quien lo sufre, por su parte, lo vive como humillación y desprecio, como atentado contra la imagen que tiene de sí mismo o acaso como reforzamiento de ésta si, como es muy frecuente, tal imagen ya está devaluada y "ninguneada".

Pero el que la discriminación se exprese y se viva de manera subjetiva no implica que se trate sólo de una serie de actos personales o de mera responsabilidad individual. Por el contrario, la discriminación es un fenómeno estructural, cuyas consecuencias son particularmente ominosas.

La discriminación, además, es un fenómeno ampliamente extendido que hunde sus raíces en la estructura familiar, en la división del trabajo y en la participación de sus rendimientos, en el sistema educativo, en el diseño de las instituciones públicas, en el orden legal, en las tradiciones de interpretación jurídica y de jurisprudencia, en los estereotipos que se difunden en la cultura popular y a través de los medios masivos de comunicación, en fin, en el sistema de instituciones y prácticas que moldean la vida de todos nosotros y perfilan nuestras expectativas en la vida.

En el caso de la discriminación contra las mujeres, existe una estructura legal e institucional y una serie de representaciones culturales y simbólicas que colocan en un lugar subordinado a las mujeres. Todo esto aparece revestido de imágenes compensatorias de abnegación, maternidad, bondad obligada y desexualización, entre otras, que hacen aceptable y a veces hasta deseable este lugar real de las mujeres.

La discriminación de las mujeres se ejerce a través de múltiples mecanismos: en la socialización familiar, en el sistema educativo, en los espacios laborales, en el sistema de salud y, de manera crucial, en el entramado de imágenes y prejuicios alimentado por los medios masivos de comunicación.

La responsabilidad del Estado

Las prácticas discriminatorias en general, y las que se ejercen contra...

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