Luis Rubio / La cruda

AutorLuis Rubio

"De los americanos -Churchill supuestamente dijo-, siempre se puede esperar que harán la cosa correcta... luego de haber extenuado todas las demás posibilidades". ¡Y vaya que han hecho su mejor esfuerzo! En el contexto estadounidense, Obama y Trump estiraron la liga al máximo, en direcciones opuestas, polarizando a la sociedad americana y acentuando las líneas de quiebre que ya existían, alimentando odios y otras pasiones. Aunque Biden ha sido declarado ganador por los medios, Trump no lo ha reconocido, lo que deja en un limbo el proceso.

Trump no ha sido un presidente prototípico. Su carta de presentación, desde la campaña de 2016, fue la de un rebelde que no se apegaría a norma alguna. En lugar de sumar, se dedicó a restar y en vez de procurar resolver, se dedicó a atacar. Como presidente ha sido impresentable, pero nadie le puede negar el mérito de haber avanzado la agenda que prometió en materia fiscal, regulatoria, ambiental y comercial. Puede uno coincidir o no con su forma de ver al mundo, pero no se le puede negar consistencia con su electorado. Para el resto, como dicen en otros lares, al diablo con sus instituciones.

Biden no fue el candidato más atractivo o dinámico que existía, pero fue el único que pudo unificar a su partido para esta contienda. A pesar de sus obvias limitaciones, las circunstancias no podían ser mejores para su ascenso: la crisis del covid socavó el principal activo con que contaba Trump -el crecimiento acelerado de la economía, del empleo y de los salarios- y la prensa no pudo haber sido más benigna con él. Como presidente, tendrá que lidiar con un panorama político complejo, comenzando por su propio partido, que se ha desplazado hacia la izquierda de una manera que atemorizó a buena parte del electorado, incluso el propio.

El Partido Demócrata no sólo se ha movido a la izquierda, sino que, en los últimos meses, produjo movimientos violentos y destructivos en las calles de múltiples ciudades. Biden fue incapaz de deslindarse de éstos, lo que sin duda incidió en su voto: ante ese panorama, muchos votantes independientes, de quienes depende el resultado, corrieron de regreso a Trump. Además, la incipiente recuperación de la economía y del empleo, luego del bajón del principio de año, le permitió a Trump argumentar que su estrategia permanecía vigente. Aunque las encuestas seguían mostrando alta probabilidad de un triunfo para Biden, el margen se fue cerrando en los últimos días.

Biden no era el...

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