M: Mosquitos

AutorEnrique Goldbard

¿Cuál es la criatura más peligrosa que existe?

Con tantos programas y documentales en la televisión y demás medios electrónicos y escritos, uno estaría tentado a decir que podría adjudicársele ese título a alguno de los grandes predadores: leones, tigres, osos o tiburones, o tal vez a algunas especies ponzoñosas: víboras, alacranes y demás.

Pero no, el animal más peligroso, al menos para el ser humano -después de si mismo, naturalmente-, es el mosquito.

Este insecto, que -gracias al cambio climático, la urbanización caótica, la migración de humanos y animales, etcétera- habita cada vez más regiones del planeta, es el principal vector (portador) de todo tipo de microorganismos patógenos que pasan de un mamífero a otro por el mecanismo de chupar o extraer sangre de un infectado e inocular a otro sano.

La gran mayoría de los mosquitos transmisores de padecimientos humanos pertenecen a unas cuantas especies, lo que no quiere decir que los individuos de cada especie no se cuenten por millones.

En un rudimentario estudio efectuado a finales del siglo 19, el Dr. Otto Lugger de la Universidad de Minnesota, empleando medio barril de agua estancada, obtuvo alrededor de 17 mil mosquitos al cabo de menos de una semana del desove de 80 hembras del insecto.

De las enfermedades tradicionalmente transmitidas por los mosquitos, destaca sin duda alguna el paludismo o malaria que sigue siendo una de las principales causas de muerte en el planeta -un millón de decesos y entre 300 a 500 millones de casos anuales-, especialmente en el continente africano y cuya erradicación está lejos de ocurrir aún cuando las medidas preventivas de contención del mosquito (Anopheles) son sencillas y en extremo baratas.

No existe vacuna y el parásito que la causa (Plasmodium) ha desarrollado resistencia a diversos tratamientos.

El dengue es una infección de origen viral transmitida por la picadura de mosquitos de la especie Aedes. Se estiman alrededor de 100 millones de casos anuales en el mundo. El tratamiento se reduce a mitigar los síntomas, la forma hemorrágica requiere de hospitalización inmediata. Como en el caso del paludismo, tampoco existe vacuna.

La fiebre amarilla, con una historia de casi medio milenio se circunscribe únicamente a las áreas tropicales de África y Sudamérica.

Se registran alrededor de 200,000 casos anuales en 33 países, de los cuales 30,000 son mortales. Hay una vacuna que es obligatoria para quienes viajan a las áreas endémicas de la enfermedad. El...

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