Magia a la carta

AutorJuan Carlos Molina

Fue en 2001 cuando la Secretaría de Turismo lanzó el programa de Pueblos Mágicos, y el primer destino que recibió el título fue Huasca de Ocampo, Hidalgo. Ese mismo año también obtuvo su nombramiento Real de Catorce, en San Luis Potosí. Desde entonces ha pasado mucho tiempo y en la actualidad ya son 121 las localidades que presumen dicha designación.

Pero... ¿qué es lo que les otorga su "magia"? Cada uno presume un encanto que los hace merecedores de estar en esta lista. Sin embargo, estos sitios deben contar con atributos turísticos que sean peculiares, mantener su herencia histórica y salvaguardar sus tradiciones, entre otras características.

Todo un festín resulta planear una futura travesía por alguno de ellos. El menú es bastante amplio y sabores hay muchos. Habrá quienes prefieran trazar un itinerario pensando en el paisaje agavero de Tequila, Jalisco. O visitar Veracruz para despertar con el aroma a café de Coatepec o al de vainilla en Papantla. En este último, además, admirar la destreza de sus voladores.

Creel, en la Sierra Tarahumara de Chihuahua, resulta perfecto para iniciar un recorrido por las majestuosas Barrancas del Cobre. También en el norte del País, algunos viajeros optan por admirar la belleza natural que rodea a Cuatro Ciénegas, en Coahuila. Tan increíbles son los paisajes de esta última zona como los que se encuentran en Xilitla, San Luis Potosí, considerado el destino más surrealista de México.

Los amantes del ecoturismo hallan en Amealco de Bonfil, Querétaro, opciones para practicar rappel, senderismo y ciclismo de montaña. Nadie se va, por supuesto, sin comprar...

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