Majestuosa decadencia

AutorJulián Varsavsky

Por todo el mapa de América Latina hay barrios y ciudades coloniales a destiempo del mundo actual, que parecen brotar de un colorido cuento y son puro romanticismo. Hablamos de la magia de La Habana Vieja, el Pelourinho en Salvador Bahía, Antigua en Guatemala, Cartagena de Indias en Colombia y Granada en Nicaragua.

Son lugares donde la arquitectura guarda una coherencia tal que sumerge al viajero, sin escenografías, en el juego fantástico del viaje en el tiempo, de cuando había reyes y virreyes, esclavos y piratas, y los carruajes surcaban las calles adoquinadas igual que hoy.

Una de las ciudades que mejor nos traslada en este sentido lúdico al tiempo colonial es Granada, que a diferencia de otras, no es un simple casco antiguo intramuros sino una ciudad completa sin un "afuera" donde estarían los edificios de la modernidad.

Claro que Granada no es puramente colonial, es también barroca y neoclásica. La mayoría de los edificios están pintados con vivos colores, pero hay también iglesias y caserones algo derruidos que traslucen aún la majestuosa decadencia de sus viejos esplendores y le otorgan a la ciudad un aura de autenticidad muy creíble.

Esta melancólica combinación arquitectónica -antigua pero viva y habitada- con edificios que a duras penas mantienen su estirpe de nobleza, es la que le da un encanto tan singular al destino turístico más importante de Nicaragua.

NOBLE Y SEÑORIAL

En una hora de carretera desde Managua llegamos a Granada. Para que el viaje al pasado fuera completo, nos alojamos en el señorial Hotel Darío, que es una centenaria casona neoclásica de dos pisos con patio central, jardín con fuente andaluza y camas de hierro en los cuartos.

Almorzamos en el comedor con amplias mesas y una gran araña de cristal colgando del techo, y salimos a la calle La Calzada, una peatonal que es el eje turístico de la ciudad, concentrando hoteles, agencias de viajes y bares.

Allí nos esperaba Juan Padilla, un guía turístico que estudió igual para piloto aviador, que dos años de medicina en Cuba y la licenciatura en Geología... con su obligada especialidad en Japón.

Quizás eso ya anuncia el porqué de que Juan sea capaz de responder con una exactitud y detalle asombrosos toda clase de preguntas médicas, biológicas, geológicas, históricas, musicales y arquitectónicas sin recurrir a la Wikipedia (además habla japonés, inglés y misquito, la lengua indígena que se habla al norte de la región).

"Ahora vamos a recorrer Granada en carruaje, amigas...

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