Malas notas y genialidad

AutorDalila Sarabia

La negativa, por parte de los maestros, de aceptar que cada persona aprende a su propio ritmo, es lo que lleva a los estudiantes a abandonar el colegio.

Esto no quiere decir que sean malos alumnos, por el contrario, en su mayoría son pequeños brillantes o superdotados para quienes el sistema escolarizado regular no es una opción.

"Desertan porque se aburren, porque la metodología que utilizan los maestros es totalmente tradicional, porque el maestro siempre quiere tener la razón.

"Ellos llegan al mismo resultado, pero su procedimiento es distinto y eso no le gusta a los profesores", subrayó la doctora Rosa María Soriano, académica de la Universidad Pedagógica Nacional y de la UNAM.

Es en la secundaria, etapa en que los estudiantes entran a la adolescencia, cuando mayor deserción hay.

Los factores pueden ser varios, pero que el hilo conductor de los padres deje de ser tan importante y que este lugar sea ocupado por los amigos es un tema relevante.

Esto, ya que cuando los menores acuden a la primaria mayormente acatan las instrucciones que les den en casa, así como de sus profesores.

Sin embargo, explicó Soriano, en la secundaria el panorama cambia completamente y la falta de preparación por parte de los docentes hace que no identifiquen que se encuentran frente a un alumno brillante o superdotado, sino que, incluso, les lleguen a "diagnosticar" retraso mental.

"Los profesores frente a grupo no reconocen a este tipo de niños (superdotados), pero lo peor de todo es que piensan que tienen retraso mental, y no, no lo tienen, sencillamente es que su potencialidad es distinta", agregó.

Un Coeficiente Intelectual (CI) entre 90 y 110 es lo que registra la mayor parte de la población y a ellos es a quienes se les denomina estudiantes regulares.

Pasando de 120 y hasta 130 son catalogados como niños brillantes y de 130 o más son los conocidos superdotados.

De cada diez niños, precisó la experta, dos presentan un CI superior a los 110 y se trata de una condición genética, pero también depende de cómo -desde la infancia- se impulsen las habilidades de los menores.

"Hay autores que señalan que este coeficiente de inteligencia ya lo tenemos, pero lo podemos desarrollar o disminuir dependiendo de los procesos de interacción que realicemos. "Depende mucho de los padres, que no sean muy permisivos", detalló.

A fin de evitarles problemas conductuales y emocionales, lo que los llevará a deserción escolar, la experta invitó a los...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR