Mamá luchona
| Autor | Tania Cacique |
Segundos antes de entrar al ring, Lady Apache se encomienda a toda la corte celestial. Desea llevarse el triunfo de la noche, pero más aún espera regresar ilesa a casa para encontrarse con sus dos hijas: Nancy y Kaori.
"Antes de iniciar cada lucha, mis hijas son lo primero que se me viene a la mente. Siempre hago oración para que pueda subir y bajar bien del ring. La mayor recompensa es llegar con ellas. Cuando entro a casa y las veo, aunque sea dormidas, me regresa el alma al cuerpo", platica la luchadora.
Con 26 años de carrera en la lucha libre y 20 años como mamá, es imposible no reconocer que la gladiadora técnica se las ha sabido arreglar para combinar ambas profesiones. Y es que, a decir de ella, nada es difícil cuando hay gusto de por medio.
Por un lado, asegura que lo mejor que la vida le ha dado es a sus niñas. Y por el otro dice estar eternamente agradecida con el deporte que la acogió desde que tenía 10 años de edad y del que ahora es una destacada representante.
"Lo mejor que he podido hacer en esta vida es ser mamá y lo mejor que Dios me dado es a mis hijas; me lleno la boca. Además, la lucha libre ha sido muy generosa conmigo y debo reconocer que soy una luchadora privilegiada", asegura la ahora Campeona Mundial del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL).
Porras a mamá
Tan grande es la entrega a su profesión, que Lady Apache viajó con su hija a Japón y Filipinas cuando ésta aún se encontraba en su vientre; y sin titubear ni un segundo cumplió con su compromiso en el pancracio aunque tenía ya tres meses de embarazo. Después, se retiró por un tiempo para disfrutar de la bebé y dejarse apapachar.
"La primera vez dejé de luchar hasta que tenía tres meses de embarazo. Así que mis hijas, por fortuna o por desgracia, han nacido y crecido en el ring.
" Ellas disfrutan mi profesión, admiran a la lucha como el deporte que es y la respetan porque es mi trabajo. Después de todo, estoy casada con la lucha libre y todos formamos una gran familia en la que existen acuerdos que se deben respetar", dice la Apache.
Pese a que el costo de su profesión se vea reflejado en los días enteros que pasa lejos de casa, la Campeona Mundial está convencida de la calidad de tiempo que les da a sus pequeñas. Cuando está en la Ciudad y no tiene alguna lucha agendada, pasa por ellas a la escuela, cocinan verduras juntas, van al cine y charlan largo y tendido. En vacaciones, el sitio favorito de las tres es la playa.
"Como mamá, siempre quisieras dar el máximo...
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