Manualidades Navideñas: Manos al rescate
| Autor | Faustino García |
Cuando hace tres meses Flavio Hernández perdió su trabajo como empleado bancario, Magda no se desalentó y vio en la liquidación de su esposo una posibilidad para salir adelante.
"Mi mujer siempre ha buscado la forma de desarrollar su talento, es muy activa y el monto de la liquidación nos sirvió de capital para iniciar en forma la producción de velas artísticas", recuerda Flavio.
Magda ha encontrado en las manualidades una forma de canalizar su creatividad artística.
"El año pasado tomé un curso para elaborar velas y las obsequié a mis amigas, que por su cumpleaños o porque nació el bebé; después mi esposo las vendía a sus compañeros de oficina", afirma Magda.
Ahora es ella quien lleva el negocio y él se encarga de comercializar el producto terminado.
"Las velas las elaboran entre ella y sus hermanas, yo las distribuyo en diversos comercios como florerías y tiendas de regalos", afirma Flavio.
Su producto se está colocando bien, ya empiezan a enviarlo al interior del país y Flavio hasta se olvidó de buscar un nuevo empleo.
Oficio Accesible
Aprender alguna manualidad es accesible a la mayoría de los bolsillos, pues hay desde clases, gratuitas en la compra del material, en casas de materiales, hasta los mil 500 pesos por cursos donde enseñan a utilizar materiales y técnicas de proceso.
El tiempo de trabajo de estos cursos van desde dos hasta 20 horas de trabajo en cuatro días.
Dedicarse a confeccionar estos artículos genera una especie de "microchangarro", donde cada persona es capaz de elaborar sus propias creaciones y comercializarlas, ya sea entre amistades y familiares, en ferias o exposiciones, más en estas fechas, donde existen diferentes instituciones gubernamentales y particulares que organizan eventos navideños.
Otra forma de obtener ingresos es por medio de la impartición de cursos o clases.
"Este negocio, puede ser o cobrando al alumno por clase y regalando el material o se regala la clase, siempre y cuando el alumno adquiera los productos en ese lugar. Los precios varían según la técnica que se enseñe, así como los materiales a utilizarse", afirma Verónica Pérez.
Además de tener como ventaja la diferenciación entre cada producto, pues aunque tenga 20 alumnas y todas hagan en teoría la misma pieza, cada una será distinta, pues cada quien le imprime su sello.
La maestra Pérez elabora y vende sus propias piezas, se encuentra en la fase de internacionalización de sus productos e imparte algunas clases de papel maché, plastilina, pastas...
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