Manuel J. Jáuregui / Golondrina

AutorManuel J. Jáuregui

Es verdad que "una golondrina no hace verano", pero igualmente lo es que el peor chubasco comienza con unas gotitas. Con cierta preocupación vimos ayer la noticia de que una empresa norteamericana con presencia global, NAPA Auto Parts, deja México. Simplemente se van, cierran operaciones, así como el "Mano de Piedra" Durán ante Sugar Ray Leonard: simplemente dijeron "no más".

Estamos hablando de una empresa de refacciones, servicios automotrices, industriales y comerciales que opera, tan sólo en Estados Unidos, seis mil tiendas y que globalmente les provee EMPLEO a cincuenta y cinco mil personas. Tiene esta empresa, fundada en 1928, ventas globales por 19 mil 400 millones de dólares. Cantidad que en pesos es TODA la lana del mundo, pues casi 20 mil millones de dólares multiplicados 24 veces (pesos) no nos cabe en la calculadora.

En suma: Napa Auto Parts es una empresota, grandota, sumamente exitosa, que opera en Estados Unidos, Canadá, Europa, Latinoamérica, Asia y Australia. ¡Pero ya no quiere saber nada de México! ¡Kaput, finito, c'est tout, over... se acabó! Híjole, pensamos, ¿y si ésta fuese la primera de muchas golondrinas que deciden volar y dejar México augurándonos un verano candente? ¿Qué estará viendo aquí NAPA que motiva -u orilla- a sus directivos a decrecer, cerrando un mercado al que habían entrado recientemente y que en poco tiempo llegó a representar el 1 por ciento de sus ventas?

Mismas, dicho sea de paso, que habían mostrado un crecimiento global del 3.5 por ciento respecto al 2018, pasando de 18.73 mil millones de dólares a los 19.4 mil millones del 2019. Nos parece que los directivos de esta empresa, que se puede y debe considerar exitosa, no tomaron la decisión a la ligera.

El que se hayan dado por vencidos respecto a México debe ser algo motivado por condiciones de mercado muy adversas. Seguramente, en parte, pudiera ser causado por errores propios por desconocimiento del mercado, pero también por un entorno económico que se tornó hostil y en el cual no miraban grandes oportunidades ni posibilidad de mejora. Optaron por dejar de tirarle dinero bueno al malo y levantaron anclas cerrando sus puertas. Quizá...

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