Manuel J. Jáuregui / Inevitable

AutorManuel J. Jáuregui

La reactivación económica era inevitable. Ninguna sociedad y menos una industrial como la nuestra puede cortar en seco la actividad económica que la sustenta, esto es, el ingreso y la forma de vida misma de sus ciudadanos.

¿Si no trabajamos, de qué vivimos?

El daño económico por millones de familias sufrido ya es enorme, y el golpe material para la sociedad es incalculable, puesto que reactivar y alcanzar un nivel de actividad pre-pandemia son dos cosas muy diferentes.

A la par de los muy lamentables decesos a causa de la epidemia habrá, igualmente, muertes económicas: negocios que no podrán reanudar y EMPLEOS que se perdieron, quizá para nunca volver.

En el ínter de que reactivamos -parcialmente- y logramos algún tipo de dinamismo semejante al del "pre-Covid19" habrá un costo humano enorme que, se entiende, la reactivación pretende mitigar.

Los ciudadanos saben perfectamente que esta reactivación implica la responsabilidad de continuar con las medidas de prevención, ya que la reactivación no quiere decir que ya haya pasado el peligro.

Simplemente, como decían nuestros ancestros, "no se puede dejar de sembrar por miedo a las urracas".

Cierto que con la reactivación se incrementa el riesgo de contagio, nadie lo niega, pero tampoco era posible para los ciudadanos seguir encarcelados "por secula seculorum" hasta que los científicos dijeran que el riesgo ya había pasado por completo.

Algo que pudiera demorar años, o por lo menos hasta que se descubra una vacuna efectiva o una cura definitiva para este virus que, pequeño e invisible, vino a trastocar al mundo por sus mortales efectos.

El hecho de que PAÍSES enteros sumamente afectados por la pandemia, como España, Italia, China misma y Estados Unidos hayan ya reactivado o estén en proceso de hacerlo indica claramente que no hay alternativa, puesto que el cesar actividades económicas por tiempo indefinido causaría -seguramente- igual o mayor daño que el provocado por el virus mismo.

Hemos dicho en este espacio, y la reactivación en el resto del mundo pensamos que valida lo dicho, que nunca es prudente adoptar medidas gubernamentales que por su naturaleza misma son insostenibles.

El encierro, desde muchos puntos de vista -legal, económico, social-, es por su naturaleza misma algo muy temporal y de corta duración, por ello nunca ha sido ni podrá ser "la solución" al problema de frenar una...

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